Ibex: la Bolsa firma su peor semana desde el ‘brexit’
El índice cae un 1,2% y pierde los 9.600 puntos El Dow Jones se anota un 1,4% en una sesión en la que ha llegado a caer cerca de un 2%
Punto y final a una semana negra para las Bolsas mundiales. Puede parecer una paradoja pero la buena marcha de la economía mundial parece convertirse en un riesgo para los inversores, toda vez que la inflación suba más de lo esperado y provoca que la subida de tipos sea mayor de lo esperado. Esto ha acelerado la rentabilidad de la deuda soberana, hundido sus precios y provocando que la corrección campe a sus anchas en las Bolsas mundiales. A ello se le ha sumado la aparición de un personaje inesperado, la volatilidad, que tras años adormecida llegó a repuntar más de un 100% en unas horas.
Un cóctel que ha provocado que el Ibex sufra su peor semana desde el brexit. Cede un 5,6% y cae a mínimos de once meses, en el entorno de los 9.700 puntos. Hasta el jueves, el Dow Jones vivió las peores cuatro sesiones desde 2011, sin embargo, al cierre, se anotó un 1,4%, después de una jornada de subidas y bajadas.
Mientras, el Ibex cedía un 1,2%. En la última jornada bursátil de la semana fueron los bancos y las eléctricas los que actuaron como lastre para el índice español. Bankinter y Endesa capitanearon las caídas con recortes superiores al 2%. Iberdrola y Bankia, cedieron un 1,84% cada una y los pesos pesados, BBVA y Santander, se dejaron un 1,71% y un 1,74%, respectivamente.
Todo comenzó hace justo una semana. Cuando EE UU informó de un aumento en el salario medio mayor al esperado, que hizo saltar todas las alarmas en el mercado. Pero la puntilla llegó el lunes en torno a las 9 de la noche (hora española). Tras caer en torno al 1% durante toda la sesión, Wall Street se desplomaba y su principal índice, el Dow Jones, llegaba a dejarse más de un 6% por momentos. Cerró finalmente con un recorte del 4,6%, en su peor sesión desde 2011 y la que más puntos le costó en toda su historia más de 1.100.
Pocas horas después el rojo tiñó a las Bolsas asiáticas. Y cuando Europa se despertó las caídas ya estaban más que instaladas en el ánimo de los inversores. El Ibex sufrió entonces su peor varapalo desde el 4 de octubre, en plena inestabilidad tras el referendum del 1 de octubre en Cataluña y lo instaló por debajo de los 10.000 puntos. De nada sirvió que ese día Wall Street, presa de una gran volatilidad, amenazase con el rebote. Y, de hecho, el Dow Jones subió un 2,3% en su mejor día desde que Donald Trump fue elegido presidente.
Pero dos días después las caídas volvieron a sonar con fuerza en los parqués. El jueves el Banco de Inglaterra pese a que decidía mantener inalterados los tipos de interés avisaba de que la marcha de la economía aceleraría el proceso de normalización monetaria de los bancos centrales. El mensaje más temido por el mercado. Provocó un nuevo repunte en los tipos de la deuda a largo plazo que llevó a los bonos estadounidenses al borde del 3%, en máximos de enero de 2014, y al bund a registrar su nivel más alto desdedeptiembre de 2015. Todo ello propició un nuevo desplome en Wall Street que llevó al Dow Jones a ceder otro 4% y al Ibex, un 2,21%.
El tercer ingrediente que penalizó a las Bolsas fue el petróleo. Tras marcar máximos de 2014 este enero por encima de los 71 dólares, el Brent corrige un 8% esta semana, en su peor racha en más de dos meses. El viernes cerró en los 62,8 dólares, mínimos de mes y medio. Le penaliza especialmente el retroceso del euro –dado que el petróleo se intercambia en dólares–, que cede desde los máximos de la semana pasada más de un 2%.