El oro se hace un hueco en los fondos de los gestores españoles estrella
La incertidumbre política y la inflación impulsan el precio del metal precioso Algunas carteras toman posiciones en compañías mineras para ganar exposición
El oro se ha hecho un hueco en los fondos de inversión. Algunas de las gestoras españolas con mejores resultados de los últimos años mantienen posiciones de hasta un 20% en empresas mineras, un sector que consideran saneado y con potencial de crecimiento.
Otras utilizan el oro como una alternativa a los depósitos en divisas, que ofrecen rentabilidades mínimas o incluso negativas. “De momento, el oro tenderá a subir, porque es un refugio ante la política inflacionaria de los bancos centrales”, asegura a Cinco Días Álvaro Guzmán de Lázaro, director de inversiones del fondo azValor.
“La demanda de oro y su peso en las carteras está aumentando”, reconoce Mar Barrero, analista de la firma española de asesoramiento financiero Profim. Los inversores buscan protegerse de un repunte de la volatilidad en los mercados, que ha despegado en las últimas jornadas hasta máximos de octubre de 2016, según el índice Vix de la Bolsa de Chicago. Y buscan también resguardarse de la inflación, que se acercará al 2% en la eurozona a lo largo de 2018, explica la experta de Profim.
A finales de enero, la debilidad del dólar empujó el oro por encima de los 1.365 dólares la onza, máximos desde agosto de 2016. A pesar de la caída en las últimas jornadas, su precio se mantiene en el entorno de los 1.340 dólares y registra una subida del 8,5% en los últimos 12 meses.
La escalada se ha producido en parte por la fuerte demanda de inversores de todo el mundo que buscan aumentar su exposición al metal precioso a través de los productos negociables en Bolsa, como los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) que replican su precio.
En la última semana de diciembre y la primera de enero, los fondos cotizados sobre el oro captaron inversiones por un total de 41,2 millones de euros, según datos de ETF Securities. En 2017, estas inversiones aumentaron en 413 millones, llevando a los activos bajo gestión hasta los 10.320 millones de euros a nivel mundial. Y esta situación no ha sido ajena a los fondos españoles.
Las mineras resplandecen
Con el derrumbe del precio del oro, tras tocar en 2011 máximos históricos de casi 1.900 dólares la onza, el sector minero sufrió un descalabro bursátil, que llevó a algunas compañías a perder entre un 70% y un 80% de su valor en Bolsa. Pero, para aquellas que han conseguido sobrevivir a la crisis, el panorama parece haberse despejado.
“Las mineras han pasado por un proceso de saneamiento”, asegura Guzmán de Lázaro, director de inversiones de la gestora azValor. Como consecuencia de la corrección de hace unos años, muchas firmas del sector han ampliado capital para fortalecer sus balances; han reemplazado a sus gestores, culpados por los accionistas por la crisis del sector; y han cambiado una cultura del despilfarro por otra más austera, explica el gestor.
Ante este panorama, azValor compró en noviembre de 2015 acciones de hasta siete mineras con “mejor balance y mejores costos” que la media, explican desde la firma. Desde entonces, el fondo azValor Internacional ha tenido una exposición a estas compañías que ha oscilado entre un 18% y un 20%, y la jugada hasta el momento les ha salido redonda.
Entre sus posiciones más fuertes se encuentran la compañía peruana Minas Buena Aventura, que casi ha triplicado su precio desde noviembre de 2015; la estadounidense Newmont Mining, que se ha revalorizado más de un 40%, y la norteamericana Agnico Eagle Mines, con una subida en torno al 50%.
Guzmán de Lázaro explica que su elección se basa tanto en los buenos números de estas empresas como en que sus gestores son también, al menos en parte, dueños de la compañía. De esa forma, la inversión queda protegida de uno de los grandes riesgos de la industria: “Dicen que una mina de oro es un agujero con un mentiroso sentado encima. Y hay que estar atentos, porque suele ser verdad”.
¿A cuánto puede cotizar el oro?
El consenso de los analistas considera que el oro se mantendrá estable a lo largo de 2018. Pero no se descartan otros escenarios que podrían empujar su precio por encima de los 1.400 dólares, según el informe de Global Commodities Focus de Citi Research.
Este escenario podría darse por una combinación de riesgos macroeconómicos que incluyan una reducción del crecimiento en China o un evento geopolítico inesperado. Y podría incluso verse potenciada en el caso de que explotara la “burbuja del bitcóin”.
Bernhard Graf, gerente del fondo suizo AMG Gold, asegura que el principal conductor del oro es el miedo: “En 2011, se fue a casi 1.900 dólares porque los inversores creían que Europa podía desmoronarse. ¿Cúal será el próximo gran acontecimiento?"