ArcelorMittal duplica beneficios por el freno a las exportaciones chinas
La multinacional ganó 3.670 millones en 2017 y aumentó sus ventas un 17% La división de minería también aportó resultados por la alta cotización del hierro
ArcelorMittal multiplicó por 2,5 veces sus beneficios en 2017 y ganó 3.670 millones de euros. La mayor siderúrgica del mundo se vio beneficiada por el freno a las exportaciones de acero de China, que había volcado en los mercados exteriores la sobre producción de sus fábricas, que no pudo ser absorbida por el país comunista por la ralentización de su economía.
El acero de China había desplomado los precios en los ejercicios anteriores y había invadido mercados como el comunitario, hasta que las autoridades de Bruselas tomaron medidas correctoras. Las importaciones siderúrgicas siguen registrándose en el ámbito de la UE, pero de productores de India y Turquía que no son tan agresivos en sus tarifas como los competidores chinos.
Con este escenario, las ventas de ArcelorMittal en 2017 crecieron un 17%, hasta superar los 55.200 millones. La división de minería también aportó rentabilidad por la alta cotización del hierro. Pero en la estructura industrial de ArcelorMittal, esta circunstancia perjudica a las instalaciones que utilizan esta materia prima, como los hornos altos del grupo en Gijón.
ArcelorMittal repartirá un nuevo dividendo de 8 céntimos por acción a cuenta de los resultados de 2017, según propondrá a la junta de accionistas que tendrá lugar en mayo próximo.
Las buenas previsiones de la economía mundial para 2018 auguran que el consumo de acero seguirá al alza y con amplios márgenes de rentabilidad para las siderúrgicas. Lakshmi Mittal, presidente de ArcelorMittal, ha manifestado que "la coyuntura del mercado se mantiene favorable, pero la industria siderúrgica" tiene retos pendientes de resolver, entre los que citó a "la sobre capacidad y la competencia desleal".
La corporación invertirá más de 3.000 millones este año, principalmente en un nuevo tren de bandas en caliente en México y en la compra de la siderñurgica italiana Ilva, una operación que está bajo la lupa de las autoridades de Bruselas.
