Hacienda debe adelantarse a los nuevos riesgos de defraudación fiscal digital
Controlar esas operaciones exige una decidida apuesta por la formación y los medios
Si hay un organismo administrativo que debe adaptarse obligatoriamente y con rapidez al paso que marcan empresas y ciudadanos es la Hacienda Pública. Al menos, si quiere cumplir con sus objetivos de control y recaudación, así como evitar convertirse en un convidado de piedra rodeado de un vertiginoso mercado de operaciones y transacciones que muda y se renueva constantemente. El último desafío que afronta de momento la Administración Tributaria (AEAT) en su carrera por no perder ese tren es el bitcoin y las criptomonedas. Así se reconoce en el Plan de Control Tributario, que ayer fue publicado en el BOE, y en el que se enumeran los focos de vigilancia que Hacienda desarrollará durante este año.
La AEAT parte de un escenario que ha cambiado de forma muy rápida y en el que los pagos con tarjeta superan ya al volumen de dinero líquido retirado de los cajeros. Se trata de un fenómeno que crecerá cada vez más, a medida que se generalicen el uso de los monederos electrónicos y de los sistemas de transferencias automáticas. En el caso del bitcoin, el blanqueo de dinero es un riesgo poderoso, como también lo es el uso de la internet profunda por parte de mafias y de grupos delictivos con el fin de operar y defraudar con criptomonedas. Controlar esas operaciones cada vez más volátiles exige una decidida apuesta por la formación continua altamente especializada, no solo en materia fiscal, sino también tecnológica, así como por disponer de medios materiales suficientes para adaptarse a una realidad extremadamente cambiante.
La Agencia Tributaria tiene una larga experiencia a sus espaldas como uno de los organismos pioneros en materia de digitalización, una historia de éxito que lo capacita especialmente para afrontar estos nuevos retos. Todo apunta a que tanto el Gobierno como los reguladores son conscientes de la gigantesca fuente de fraude y delincuencia que puede propiciar un mal uso estas nuevas realidades, como demuestra, por ejemplo, la mesa de trabajo sobre el bitcoin que han creado el Banco de España y la CNMV. Sin embargo, no basta con ser consciente, es necesario prever, adelantarse, estar preparado y actuar con eficacia.