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Cada vez hay más motivos para dividir General Electric

Ha sufrido una carga posimpuestos de 6.200 millones de dólares relacionada con un negocio que dejó hace más de una década

Logotipo de General Electric en Nueva York (EE UU).
Logotipo de General Electric en Nueva York (EE UU).REUTERS

El derroche pasado de General Electric amenaza su futuro. Una nueva carga posimpuestos de 6.200 millones de dólares relacionada con el reaseguro, negocio que la compañía dejó hace más de una década, muestra lo difícil que es administrar un holding. Dado que el CEO, John Flannery, está intentando remodelar el grupo, es otra razón para considerar disgregarlo.

En las décadas de 1980 y 1990, el legendario jefe Jack Welch convirtió GE Capital, la unidad financiera, en un gigante que amenazaba con desbordar las operaciones industriales. Jeff Immelt, que reemplazó a Welch y entregó recientemente la antorcha a Flannery, podó agresivamente la rama financiera tras la crisis de 2008-09.

GE vendió o dividió sus operaciones de reaseguro entre 2004 y 2006, pero siguió sometido a ciertos riesgos, incluidas las pólizas de cuidados de larga duración. Dado que las personas viven más tiempo y los costes médicos siguen subiendo, esa exposición ha aumentado notablemente. De ahí el último golpe a las ganancias y el plan de la compañía para reforzar sus reservas de seguros en 15.000 millones en siete años.

¿Habrá más bombas de relojería? El año pasado, GE Capital suspendió los dividendos para su matriz, que estaban previstos en unos 4.000 millones entre 2017 y 2018. Flannery dice que la filial puede autofinanciarse, pero la carga elevará su ratio deuda/capital a 7,1 veces (desde 4,6 veces), así que podría convertirse en un lastre.

Con la caída del 3% del martes, la acción de GE acumula un descenso del 42% en 12 meses, frente a la ganancia del 23% del S&P 500. Son 110.000 millones de capitalización de mercado menos.

Flannery dice que está valorando todas las opciones. Separar empresas impide que se pongan en peligro mutuamente, así que una división, o OPV separadas de las empresas de energía, sanidad y aviación son una posibilidad seria. GE dio un paso en esa dirección el año pasado al fusionar su división de petróleo y gas con Baker Hughes. Sin embargo, los analistas de Cowen reconocen que las partes de GE no valen más de 15 dólares por acción (cotizan a 18), lo cual hace dudar de los beneficios financieros. Para Flannery, puede ser difícil dividir la empresa.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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