Las empresas del Ibex logran 1.600 millones de liquidez con la venta de acciones propias
El 40% de las compañías sacó partido en 2017 de la subida de sus cotizaciones El 23% compró títulos, mientras que el resto no hizo movimientos significativos
Las desinversiones, las emisiones de deuda, los créditos o las ampliaciones de capital no son las únicas fórmulas para que las empresas que cotizan obtengan liquidez. Disponen de otro as en la manga: su autocartera.
14 de las compañías que forman el Ibex 35 vendieron parte de sus propias acciones el año pasado. Con las desinversiones obtuvieron cerca de 1.600 millones de euros que fueron directamente a las cajas de las firmas. Las cuentas se han hecho con la valoración de los títulos a cierre de 2017.
En términos netos (compras menos ventas), el saldo se reduce a una entrada de tesorería, computando las operaciones globalmente, de 790 millones de euros.
Ocho compañías optaron por engordar su autocartera en lugar de rebajarla. El movimiento más significativo fue el de IAG, que multiplicó casi por 10 el porcentaje de acciones propias en balance, con una valoración de los títulos adquiridos de más de 500 millones de euros (véase gráfico).
La misión de esta operativa
Las cotizadas utilizan las acciones propias como medio para remuneración a sus accionistas, amortizando dichos títulos o entregándoselos
Las compras de títulos propios también pueden ser utilizadas para dar liquidez a un valor –aunque la Ley del Mercado de Valores prohíbe que se utilicen para frenar las caídas en Bolsa–, para dar entrada a nuevos inversores y para cumplir con emisiones de bonos convertibles.
El organismo que preside Sebastián Albella aprobó en mayo de 2017 una circular que regula al máximo los requisitos para que las empresas cotizadas pueden utilizar este recurso para mejorar su liquidez en Bolsa.
Las compañías tuvieron que firmar bajo las nuevas reglas nuevos contratos de liquidez antes de mediados de junio del año pasado. Ahora se les exige, por ejemplo, requisitos para la introducción de las órdenes en las referidas al precio y al volumen.
Otras 13 empresas ni compraron ni vendieron. Al menos no en el porcentaje necesario para comunicarlo a la CNMV. Las cotizadas deben informar al supervisor cuando compren acciones propias por encima de un 1% de su capital, de forma que los porcentajes actuales de los registros no tienen necesariamente que ser exactos.
Los expertos señalan que las compañías han sacado partido de la revalorización de sus títulos en Bolsa, después de que el Ibex subiera un 7,4% en 2017. En su mejor momento llegó a superar los 11.100 puntos, récord desde agosto de 2015, y ocho de cada diez valores del selectivo terminaron con avances.
Pese a que el 40% de las empresas del Ibex optó por deshacerse de parte de sus acciones propias, estas todavía cuentan con un colchón de títulos valorados en más 4.500 millones de euros.
Los eventuales beneficios obtenidos con las operaciones de compraventa de acciones propias no pueden computarse en la cuenta de pérdidas y ganancias. La normativa obliga a que las empresas se anoten los resultados en las reservas (es decir, en el balance), ya sea sumándolos o restándolos. Pero, al margen del posible refuerzo o recorte de los fondos propios, la venta de autocartera supone una inyección en vena de dinero contante y sonante.
Lo habitual es que las empresas compren a precios bajos; es común que utilicen la autocartera para dar liquidez en momentos de tormenta bursátil. En 2015, cuando el Ibex cayó un 7,15%, las empresas del Ibex adquirieron títulos propios por más de 1.300 millones.
Abertis es la compañía que más porcentaje tiene de acciones en autocartera, el 7,96%, lo que ahorrará dinero a su comprador. El porcentaje está a una distancia prudente del máximo del 10% permitido por la Ley de Sociedades desde 2009; previamente, el límite era del 5%.