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Combustibles, seguros, gas y aceite, lo que más subió de 2017

El IPC acaba el año en el 1,1% por la moderación de las gasolinas El aceite se encarece un 8,7% en el año, y la fruta, un 3,4%

IPC
Belén Trincado
CINCO DÍAS

El índice de precios de consumo (IPC) cerró 2017 en el 1,1% interanual, tasa que se moderó seis décimas respecto a noviembre hasta marcar el mínimo del año y que fue consecuencia del menor encarecimiento de la energía, según los datos oficiales publicados este viernes. Con la tasa de diciembre, una décima inferior a la que adelantó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 29 de diciembre, el IPC sumó dieciséis meses de incrementos consecutivos y se acercó a la inflación que había previsto el Gobierno para el cierre del año (1%).

En la moderación influyeron, principalmente, el transporte y la vivienda, por los menores encarecimientos de los carburantes y la electricidad, que se dispararon el año pasado. En términos mensuales, el IPC no registró cambios.

Los precios arrancaron el año en tasas del 3% precisamente por la fuerte subida de los carburantes en los últimos meses de 2016, debido a los recortes de producción anunciados por la OPEP. En diciembre de 2017 volvieron a subir, y, de hecho, el petróleo Brent está ahora en los niveles más altos desde 2014, cerca de los 70 dólares. Pero como el ritmo fue inferior al del año anterior, el impacto en el IPC fue negativo. Esto explica que el índice comenzara el año en el 3% y haya acabado en el citado 1,1%.

Así, la inflación media finalizó el ejercicio en el 2% (1,96%), indicador que, según los expertos, es el que debe tenerse en cuenta a la hora de medir si ha habido pérdida o ganancia de poder de compra.

En el balance anual, junto a la subida de los combustibles (que pese a la moderación en el último mes, aumentaron un 4,1%), destacó el encarecimiento de algunos productos tradicionalmente volátiles, como el aceite de oliva (+8,7%). Además, el gas natural subió un 6,8% en 12 meses y los seguros resultaron entre un 3% y un 5% más caros, según si son de salud, de vivienda u otros.

Dicho todo esto, los trabajadores asalariados con convenio ya cerrado para 2017 (más de siete millones) pactaron un incremento salarial medio del 1,4% para ese año, con lo que perdieron seis décimas de poder de compra. Esto además rompió con tres años consecutivos en los que los sueldos habían conseguido ganar 3,1 puntos acumulados de poder adquisitivo debido a las tasas negativas registradas por la inflación en 2014, 2015 y 2016.

Los pensionistas, por su parte, vieron incrementadas sus prestaciones un 0,25% en enero –el mínimo legal–, con lo que perdieron 1,75 puntos de poder adquisitivo, tras tres años de ganancias respecto a la inflación media.

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