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Salgado: “Me parece un auténtico abuso cómo se vendieron las preferentes”

Asegura que no llamó a ninguna empresa para forzar la salida a Bolsa de Bankia Defiende su gestión en el Gobierno, que evitó el rescate de España "a la griega"

EL PAÍS

Como la de Rodrigo Rato, la intervención de Salgado era una de las más esperadas en la comisión del Congreso de los Diputados que investiga la crisis del sector financiero, aunque fue ligeramente más corta (ha durado cuatro horas), y menos polémica, aunque también ha entrado en contradicciones con algunos de los anteriores intervinientes, como su antecesor en el cargo, Pedro Solbes.

Ha argumentado que tuvo que afrontar una de las crisis más duras de los últimos 70 años intentando proteger el estado de bienestar y ha explicado que tuvo que subir impuestos como el IVA o el IRPF para no recortar en prestaciones ante el incremento del paro, que también intentaron paliar con el denominado Plan E, por el que se concedieron unos 8.000

millones a los ayuntamientos para diferentes obras.

Ha afirmado que el G-20 pedía destinar entre el 1,5% y el 2% del PIB a planes para reactivar la economía y decidieron actuar en el ámbito de las infraestructuras municipales para frenar la destrucción de empleo. Y ha justificado que fue una medida "de choque" que "amortiguó" la destrucción de empleo algunos meses y que sirvió para dar servicios públicos y facilidades a personas discapacitadas. 

Ha recordado que el déficit superior al 9% del PIB en 2011 se debió a una disminución de los ingresos y no a un aumento del gasto, que "incluso se redujo en los momentos más delicados".

También ha defendido la reforma del artículo 135 de la Constitución, la llamada "regla de oro fiscal", para comprometerse con la sostenibilidad de las finanzas públicas a cambio de no hacer más recortes a corto plazo y ha dicho que tuvo un "coste social nulo".

"Por supuesto que hubo que hacer sacrificios", ha recalcado, para añadir que con su gestión se evitó a España de un rescate "a la griega" con recortes de las pensiones y despidos de funcionarios, entre otras consecuencias negativas.

La exministra sí ha criticado duramente una de las cuestiones que más se han crispado a los españoles, sobre todo al pequeño ahorrador, en los años posteriores a su gestión en relación al sector financiero, la venta de participaciones preferentes a particulares. Este híbrido se comercializó en los años de la crisis de las cajas como si fueran depósitos y causaron un grave quebranto económico a miles de clientes minoristas. Salgado ha asegurado que se cometió un atropello con la venta de preferentes.

Fue "un auténtico abuso" ha declarado, aunque ha esquivado asumir responsabilidades al asegurar que durante su mandato "los 4.300 millones de euros que se comercializaron" quedaron al margen del proceso de reestructuración de la banca supervisado por Bruselas, y por lo tanto no se produjo ninguna pérdida en este producto para sus suscriptores mientras que estuvo al frente del ministerio de Economía, ha asegurado. Fue a partir de 2012 cuando las preferentes entraron en pérdidas, año en el que Bruselas exigió que se amortizaran como condición para el rescate bancario.  

Respondiendo a una pregunta del diputado de Ciudadanos Francisco de la Torre, la exvicepresidenta ha recordado que las primeras preferentes se emitieron en 1998, con un gobierno del Partido Popular, que también aprobó la ley que regulaba algunos aspectos de las mismas, y ha dicho que del total emitido, unos 4.300 millones se vendieron de forma incorrecta.

Entre 1998 y 2008 se emitieron unos 18.000 millones de euros en preferentes; en 2009 fueron casi 13.000 millones, en 2010 "ninguna" y en los primeros meses de 2011 se emitieron unos 200 millones -no necesariamente de bancos, sino también de alguna empresa, dijo-.

Salgado también se ha referido a la salida a Bolsa de Bankia ante la pregunta de alguno de los parlamentarios miembros de esta comisión de investigación. Ha afirmado que no hizo ni una sola llamada a ningún banco o empresa, ni a los supervisores para forzar que se acudiese a la salida a Bolsa de la entidad que presidía entonces Rodrigo Rato en julio de 2011. Hizo "cero llamadas" para intentar garantizar el mayor número posible de interesados en la compra de acciones de Bankia.

"Quien diga lo contrario, ya no le digo que no le compre un coche usado, tampoco uno nuevo", ha insistido Salgado.

Su declaración choca con las realizadas en varias ocasiones por el actual ministro de Economía, Luis de Guindos, quien ya en 2014 declaró que la OPS de Bankia "fue una decisión política. Se definió por el Gobierno como una cuestión de Estado, en la que su Gobierno forzó voluntades e hizo que los supervisores miraran para otro lado".

La exministra, y ante las preguntas del PP, ha reiterado de forma tajante "ni yo ni ninguna persona relacionada conmigo hizo ninguna llamada" a bancos o empresas para apoyar la salida a Bolsa de Bankia con la compra de acciones, "si alguien dice lo contrario es que miente". Con un tono de voz ligeramente más alto que el resto de su comparecencia Salgado ha recalcado que "desde "el Gobierno (con Zapatero) no se instó la salida a Bolsa de Bankia". Ha explicado que desde el Ejecutivo lo que sí se hizo fue legislar para que las cajas salieran a Bolsa, por lo que se pidieron menor requisitos de capital a aquellas entidades que decidiesen cotizar.

"Los supervisores han dicho todos ellos que en ningún momento recibieron indicación por parte del Gobierno en lo referente a la salida a Bolsa de Bankia", reiteró la exresponsable de Economía.

Salgado ha defendido las medidas regulatorias impuestas por el Ejecutivo socialista para inentar sanear el sector financiero. "La estrategia fue la adecuada", y contó con el apoyo del Banco de España.

Sobre el desplome del crédito en lo años de su mandato ha reconocido que "fue muy perjudicial" para el país, pero tras hablar con las patronales, como la AEB, esta aseguraba que faltaba demanda solvente y justificaban esta caída en la necesidad de iniciar el desapalancamiento del sector.

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