El problema del pasado es que no pasa.
«Sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria».
Friederich Nietzsche
Afortunadamente, en los últimos años la obra de Mieczyslaw Weinberg (1919-1996),uno de los mejores compositores soviéticos de la segunda mitad del pasado siglo, está gozando de una difusión sin precedentes. Nacido en Varsovia (Polonia) y de familia con tradición musical, inicia sus estudios en musicales en el Conservatorio de la capital. Recién cumplidos los 20 años, la familia de Weinberg se ve obligada a abandonar su país por la invasión alemana y el inico de las II Guerra Mundial. Su periplo errante (casi una premonición ya que toda ella es de ascendencia judía), le llevó primero a Minsk (Bielorrusia), donde estudió composición con Vassily Zolotaryov[1].
Nuevamente, tres años más tarde, en 1941, se ve obligado a emigrar por la guerra al ser todos evacuados a Tashkent (Uzbekistán). Allí conocería a Dimitri Shostakovich, forjándose una gran amistad entre ambos, así como una mutua admiración. El compositor soviético le anima a trasladarse a Moscú y así lo hace en 1943. Allí desarrollaría toda su carrera musical posterior.
«Пассажирка/Passazhirka» (La pasajera) ópera de Mieczysław Weinberg
«Y allí en la Plaza de la Concordia escuché esa voz chillona que gritaba de nuevo. ... Miré en todas direcciones y la busqué ... mi corazón había dejado de latir por un momento».
Zofia Posmysz, periodista y escritora polaca, tras una breve visita a París a finales de 1950.
«La pasajera», ópera en dos actos, ocho cuadros y un epílogo, es la primera de las siete escritas por Weinberg [2]. La obra a pesar de haberse escrito entre 1967-1968, tuvo su “debut” oficial, en versión semi-escenificada, en el año 2006 en Moscú. Y cuatro años más tarde, en julio de 2010 tuvo lugar su estreno escénico en el festival de Bregenz.
En general la producción musical de Weinberg no se ajustaba a la corrección política del llamado "realismo soviético", por lo que fue ignorada en gran parte durante la vida del compositor. Sin embargo, los músicos soviéticos conocían bien esta obra y Shostakovich, su gran mentor, escribió que nunca se cansaba de oírla: «Ya lo he escuchado tres veces y ... agita el alma en términos dramáticos».
Con libreto de Alexander Medvedev, la obra esta basada en la novela homónima[3] de la polaca Zofia Posmysz (Cracovia, 1923), una de las pocas superviviente de Auschwitz, que después de la guerra se convirtió en periodista. A finales de la década de 1950, Zofia fue enviada por su periódico a una rápida visita (de tan solo un día) a París y al encontrarse cerca de un grupo de turistas alemanes le pareció oír una voz reconocible. Ella pensó que la voz que oyó era la de uno de los guardias Auschwitz. De vuelta en Polonia, escribió un guion para radio inspirado en ese incidente. Pero, para que no hubiera escapatoria alguna para su "pasado", situó la acción de este incidente en un crucero en un transatlántico.
La pasajera desarrolla su peripecia argumental en dos planos espacio-temporales muy diferentes que chocan constantemente en la obra. Por un lado esta el presente (1959) y un pasado (el campo de concentración de Auschwitz) relativamente cercano pero que se antoja remotísimo, cuyos terribles fantasmas sacará a la luz un encuentro fortuito. Por otro lado esta la cubierta del barco (el presente) y las bodegas del mismo (el pasado). Lisa habrá de estar pasando de uno a otro de estos "polos" casi sin solución de continuidad durante toda la ópera.
La pasajera
A bordo de un transatlántico con destino a América, Walter y su esposa Lisa abandonan Europa camino de Brasil, en donde aquél va a desempeñar un cargo diplomático. De repente Lisa cree reconocer en una misteriosa pasajera cubierta con un velo a alguien a quien creía fallecida.
La extraña pasajera no es otra que Martha, una prisionera polaca del campo de concentración de Auschwitz a la que Lisa intentó ayudar pero a la que necesitaba manipular para controlar al resto de reclusas del barracón. Era la consigna del jefe de guardianes a todos ellos.
Primero se niega a reconocer que esa persona pueda ser Marta, pero tras varios encuentros queda conmocionada, y acaba confesando a su marido que quince años atrás ejerció como guardiana de las SS en Auschwitz, lo que provoca una crisis entre ambos. A partir de entonces, el pasado irrumpe en escena y va copando, poco a poco, todo el espacio de su idílico presente.
Ante la antigua guardiana desfilan todos aquellos recuerdos de un tiempo olvidado: entre otros, los encuentros con las demás prisioneras en los sórdidos barracones del campo de concentración y con Tadeusz, el prometido de Martha. Especial relevancia en la obra cobra la muerte violenta de Tadeusz cuando tras ordenársele que tocara al violín un artificioso vals (música favorita del comandante del campo) entona, para sorpresa y disgusto de los oficiales, la «Chacona», último movimiento de la Partita Nº2, de J.S. Bach.
Durante el baile que se celebra en cubierta, Lisa ve como la desconocida pasajera se dirige a la orquesta para hacerle una petición. Momento más tarde, la orquesta interpreta el vals favorito del comandante del campo de concentración. Para Lisa no puede haber dudas, su pasado oculto ha vuelto al presente.
Resaltar que una vez acabada la obra, para el espectador pueden caber razonables dudas sobre la identidad de la extraña pasajera, ya que no queda nunca claro si Marta realmente sobrevivió a Auschwitz, la vuelta al presente del pasado es simbólica. Puede que siempre haya estado ahí. Porque lo que nos duele, de lo que nos arrepentimos haber hecho (salvo que uno sea un desgraciado sicópata), no lo acabamos nunca de olvidar del todo.
El pasado no resuelto
Doug Jones, el candidato demócrata al Senado de EE.UU. por Alabama dio el pasado martes la gran sorpresa política del año al vencer en este estado conservador al republicano Roy Moore, acusado de abuso sexual por ocho mujeres, cometido cuando tenía 30 años, durante la campaña electoral. El candidato republicano Jones obtuvo el 49,6 % frente al 48,8 % de Moore. Con poco menos de 20.000 votos de diferencia Roy Moore, que se había impuesto en las primarias a un republicano más moderado (Luther Strange), perdió su oportunidad de un asiento en el Senado por Alabama y rompe así una racha de casi tres décadas de dominio republicano en el estado[4].
Trump que, a pesar de las escandalosas acusaciones por conducta sexual inapropiada del candidato republicano, había apoyado de manera ferviente a Moore, sufre su primera gran derrota electoral. Hace un año, Trump ganó las presidenciales en Alabama por cerca de 28 puntos sobre la demócrata Hillary Clinton. Esta noticia tiene otro agravante ya que con la victoria de Jones, los republicanos ven reducida su ya de por sí estrecha mayoría en el Senado estadounidense, que ahora queda en 51 republicanos frente a 49 demócratas.
El pasado añorado
Recientemente su ex-esposa Ivana Trump (madre de Ivanka y de soltera Ivana Marie Zelníčková) asegura en un a entrevista para el programa «The Ray D’Arcy Show» que Donald extraña su vida antigua y que ya no le apetece más ser presidente. Pese a que no ha cumplido su primer año al frente de la Casa Blanca, Donald Trump ya estaría dudando seriamente en llegar a las elecciones del 2020: «...se está perdiendo un poco de su antigua vida». Aseguró que su exmarido antes «estaba en la Trump Tower, o iría a Mar-a-Lago, iría a jugar al golf en Westchester, y cosas así [... ] ahora … desde las ocho de la mañana hasta la medianoche, está trabajando, trabajando, trabajando, y todos le culpan por los problemas del país». Ivana confesó no envidiarlo: «Creo que debe estar realmente extenuado» incluso llegó a insinuar que el propio Trump le había dicho en alguna ocasión que extrañaba su vida antes de la presidencia.
Aunque un personaje como Donald Trump puede ser impredecible queda otro factor determinante que pude dar al traste con todas las especulaciones. Día a día cobra más fuerza la palabra “impeachment”, lo que haría aumentar las probabilidades de que incluso no llegue a terminar esta presidencia. Sus famosas noches en Moscú en el Hotel Ritz-Carlton[5], a escasos metros de la Plaza Roja y el Kremlim, pueden tener la culpa.
Solo el tiempo (pasado o futuro) lo dirá.
«Подмосковные вечера» (Noches de Moscú)
Plaza Roja de Moscú 19 de junio de 2013.Anna Netrebko (soprano)Dmitri Hvorostovsky (baritono)
Big Academic Choir "Masters of Choral Singing" - Lev Kontorovich (director)State Symphony Orchestra of Russia - Constantine Orbelian (director).
NOTAS:
- Discípulo de Balakirev y de Rimsky-Korsakov (de ahí su conocimiento del folclore)
- Compositor de ópera tardío, Weinberg cuenta en su haber con títulos tan heterogéneos como «La madonna y el soldado» (1970) sobre Medvedev, «El amor de D’Artagnan» (1971) sobre Dumas, «Lady Magnesia» (1975) inspirada en Shaw y «El retrato» (1980) y «El idiota» (1985), basadas en obras de Gogol y Dostoyevski respectivamente.
- Novela que daría lugar al film de igual título dirigido por Andrzej Munk en 1961, completado tras su muerte accidental por Witold Lesiewicz en 1963 y no estrenado en España hasta 1979
- Jones es el primer demócrata en ganar un asiento al Senado por Alabama desde que Howell Heflin lo hiciera en 1990, hace 27 años
- Se cuenta que Donald Trump contrató a un grupo de prostitutas para que en la suite presidencial del Hotel Ritz Carlton de Moscú, orinasen sobre la cama en la que tiempo atrás durmió el matrimonio Obama durante su visita oficial a Rusia. Donald Trump observa el espectáculo sin saber que los servicios secretos del Kremlin lo han urdido todo para filmarle en acción, con la idea de tener a mano un material con el que extorsionarle si se diera el caso (como así ha sido) de que alcance la presidencia de Estados Unidos