El 5G pone en marcha una oleada de subastas de espectro en Europa
Más de una docena de licitaciones está prevista para el próximo año En España, las primeras subastas comenzarán a principios del año que viene
Los países europeos siguen dando nuevos pasos de cara a la puesta en marcha del futuro móvil 5G. De momento, más de una docena de países del Viejo Continente ya están en proceso para realizar licitaciones de espectro para la nueva generación de telefonía móvil así como para reforzar las coberturas en el 4G durante 2018. La lista se amplía con los estados que tienen en sus planes licitar las frecuencias en 2019.
En España, el Ministerio de Energía, Turismo y Agencia Digital presentó hace pocos días el plan nacional de 5G. Uno de los ejes es la licitación de frecuencias móviles, que en el caso de la nueva generación se recurrirá a las bandas de 2.600, 3.600, 1.500 y 700 MHz, que corresponde al segundo dividendo digital. Las primeras frecuencias en salir a subasta serán las correspondientes a las frecuencias de 3.600 y 1.500 MHz, que ya están disponibles y libres, y cuyo proceso de licitación empezará en enero. En relación a la banda de 700 MHz, actualmente usada en la TDT, la intención del Gobierno es que la hoja de ruta se fije en la primera mitad de 2018, para ejecutar su liberación y posterior subasta entre 2019 y 2020.
Ahora bien, España no es el único país envuelto en estos complejos procesos. Según el calendario establecido por la agencia Moody’s, Portugal prevé llevar a cabo la subasta sobre la banda de 700 MHz durante 2018. También los Gobiernos de Noruega, Suecia y Dinamarca tienen planes para licitar estas frecuencias entre los operadores durante el próximo año.
En Bélgica, el Gobierno prevé subastar durante el año que viene espectro en las bandas de 900, 1.800 y 2.100 MHz. En Austria, las subastas realizadas durante 2018 se centrarán en las bandas de 3.400 y 3.800 MHz, dejando para 2019 las licitaciones de las frecuencias en 700 y 2.100 MHz.
Eslovenia, por su parte, subastará frecuencias en las bandas de 700 y 3.500 MHz en 2018, mientras que Macedonia hará lo propio en la banda de 2.100 MHz.
Dentro de este proceso, Italia subastará las frecuencias de las bandas de 700, 3.400 y 3.800 MHz entre 2018 y 2019, mientras que Bulgaria licitará en 2018 la banda de 2.600 MHz, y entre el año que viene y 2019 las frecuencias de las bandas de 800 y 1.800 MHz.
En la misma línea, el Gobierno de Holanda quiere licitar las frecuencias de 700, 1.400 y 3.600 MHz en el año 2019. En Alemania, la subasta de la banda de 3.600 MHz tendrá lugar también entre 2018 y 2019.
En Reino Unido, la intención del Gobierno es subastar espectro de las bandas de 700, 3.600 y 3.800 MHz en 2019. El país está pendiente de las licitaciones de 2.300 y 3.400 MHz, actualmente paralizadas por las denuncias presentadas por BT y Hutchison contra los límites de espectro establecidos por el regulador Ofcom. De su resolución definitiva dependerá el calendario definitivo de estas subastas, a las que Telefónica ha dado una gran importancia ante la posible salida a Bolsa de su filial O2. Fuentes del sector señalan que una primera resolución podría conocerse antes de Navidad, si bien no descartan que haya nuevos recursos ante esa sentencia, por cualquiera de las partes envueltas en el litigio.
Las subastas de frecuencias tienen una gran relevancia tanto para las telecos como para los propios Gobiernos. Para las operadoras, porque la compra de espectro es una de sus principales inversiones, además de ser un activo clave para poder ofrecer los servicios móviles.
Para los países, la venta de frecuencias a las operadoras es una vía de gran relevancia en la obtención de recursos para las arcas públicas. Por ejemplo, la última subasta de espectro para 4G supuso unos ingresos para Reino Unido de 2.340 millones de libras (casi 2.650 millones de euros), por debajo de lo previsto. En España se alcanzaron los 1.800 millones de euros, en las subastas de espectro para los servicios de LTE realizadas en 2011.
En Alemania, el Estado recaudó 5.080 millones de euros con la venta del espectro realizada a mediados de 2015, en línea con las previsiones de las autoridades. A su vez, en Francia los operadores pagaron en ese mismo año un total de 2.790 millones (por encima de los 2.500 millones previstos), en aquel caso por las frecuencias de 700 MHz, para ser utilizadas ya en el 4G.
No obstante, algunos analistas no descartan que las nuevas licitaciones no alcancen el mismo valor. Ahora bien, hasta que no se ejecuten las subastas, no se sabrá el importe.
Lo cierto es que los distintos países alcanzaron un acuerdo para establecer una hoja de ruta conjunta en la implantación y desarrollo de las redes de 5G. Este pacto venía a incluir la armonización de las frecuencias que deben ser utilizadas por las operadoras en esta nueva tecnología de red.
El plan promueve facilitar la inversión, tanto pública como privada en esta tecnología. Y es que entre los programas abiertos figura en el impulso en áreas como el coche autónomo, las ciudades inteligentes o la telemedicina.
Implantación de la nueva telefonía móvil
En el mercado empiezan a barajarse las distintas previsiones sobre el ritmo de implantación de la nueva generación de telefonía móvil en el Viejo Continente. Según las estimaciones publicadas por la GSMA, patronal de las operadoras de telecomunicaciones, en 2025 habrá más de 214 millones de líneas de móvil 5G en Europa, cifra que supone en torno a un 31% del total de los accesos móviles. En ese año, igualmente, un 75% de la población del Viejo Continente tendrá cobertura de 5G. Así, las grandes ciudades y las principales carreteras deberán tener acceso a estas nuevas redes. La intención de Bruselas es que el 5G esté disponible comercialmente en todos los países antes de final de 2020. De todas formas, los primeros servicios comerciales podrían llegar a partir de 2019.
Con respecto al impacto de la nueva tecnología, Ericsson calcula la tecnología del 5G generará un negocio global de 1,2 billones de euros durante la próxima década. En España, según las estimaciones del fabricante sueco, la nueva generación de telefonía móvil abrirá un negocio superior a 23.300 millones de euros hasta el año 2026.
Con los distintos planes en marcha, que contemplan una inversión en los proyectos de desarrollo de la tecnología del 5G de 3.000 millones de euros hasta 2020 (cerca de 700 millones de inversión pública), la Comisión Europea busca reforzar la posición del Viejo Continente frente a otras regiones como Asia y EE UU.