Una I+D+i que no se frene por el auge del proteccionismo comercial
Amazon arrebata a Volkswagen la corona como empresa más innovadora del mundo
El liderazgo del mapa mundial de la innovación tiene un marcado acento anglosajón y un fuerte tinte tecnológico. De la veintena de empresas que más han invertido en I+D+i en el mundo en 2017, hay nueve compañías de tecnología y 13 empresas con sede en Estados Unidos. Son solo la punta del iceberg de un millar de corporaciones que la consultora PwC ha incluido en su último informe sobre innovación. Amazon se ha encaramado al primer puesto de la clasificación con 13.709 millones de inversión y ha desplazado a Volkswagen, que ha descendido hasta el quinto lugar. Por sectores, informática y electrónica, salud, automoción, software e internet aglutinan el 75% de la inversión total. Solo ocho de esas 1.000 empresas son españolas: Telefónica, Amadeus, Iberdrola, Grifols, Acciona, Indra, Abengoa y Almirall.
A la vista de las cifras no hay duda de que 2017 ha sido un año record en cuanto a la inversión en innovación. Las grandes empresas han destinado casi 600.000 millones de euros a esta actividad, un logro solo empañado por el temor de la industria a que el proteccionismo comercial limite el potente músculo investigador e innovador. No se trata de un temor infundado, sino de la constatación de un hecho: el mapa político mundial ha cambiado y la política comercial global lo ha hecho con él. No solo ha irrumpido una nueva Administración estadounidense, que ha dado un nuevo rumbo a las relaciones comerciales estadounidenses y ha elevado el proteccionismo, sino que hay que contar también con un Reino Unido en pleno proceso de salida de la UE y de un gigante como China, inmersa en un cambio de modelo económico en el que el consumo interno ganará peso y aumentará el blindaje de la industria del país.
España arrastra un déficit de inversión en I+D+i, pese a existir grandes empresas que han demostrado un perfil profundamente innovador. El reto de la economía española es extender el afán por esta actividad y llevarlo hasta la pyme. Para ello es necesario aumentar los incentivos y flexibilizar aún más la legislación. Se trata de una apuesta de presente con unos réditos de futuro.