El promotor que hizo madurar a un país a golpe de rock and roll
Un libro repasa la trayectoria de Gay Mercader a través de 562 pósters En 46 años ha organizado 3.400 eventos, incluida la primera actuación de los Rolling Stones en España
Una palabra resume la clave para sobrevivir, con éxito, a 46 años de carrera profesional en el mundo de la música: lealtad. Solo así se explica que los Rolling Stones tocaran en España cuando el país seguía más cerca que lejos de la dictadura, o que AC/DC solo confíen en un promotor semirretirado para que le llenen sus conciertos desde su masía gerundense.
Es la receta del éxito de Luis Jorge Mercader Aguilar, Gay Mercader (Barcelona, 1949), el gran promotor musical del último medio siglo en España. El responsable de “haber colocado a España en el mapa musical, de que cumpliera la mayoría de edad en la música antes que en la política”, reconoce. Porque, en la época en que Mercader organizó su primer concierto, en 1971, de la banda Titanic en la sala Pachá de Sitges, los músicos debían pertenecer al sindicato vertical. Y las bandas extranjeras, sortear el acoso de la censura. “Para las autoridades éramos de todo menos bienvenidos”, recuerda. O porque en 1976, a la entrada de aquel primer show de los Rolling Stones en la Monumental de Barcelona, en el que perdió dinero y que el cronista de El País describió como “el acontecimiento más trascendental en la historia del rock en España”, la policía cargó contra el público.
Aquella fue una actuación fundamental para que, después, otras bandas se decidiesen a tocar en un país cuya democracia estaba en pañales, y que componen algunos de los recuerdos que marcaron la carrera de Mercader. Hoy dice estar preparado para afrontar ese pasado. Prueba de ello es el libro, en edición limitada y numerada, Gay Mercader, 1971/2017 (Corre la Voz), un repaso a los 3.400 conciertos que ha financiado durante 46 años a través de 562 carteles de su colección personal. “Pretendía dejar constancia documental del trabajo hecho en este tiempo, contar la historia del pop rock en España desde 1971 sin tener que explicar cotilleos”, dice Mercader. Bob Dylan, Bob Marley, Leonard Cohen, Michael Jackson, Patti Smith, Joan Báez, Lou Reed, su amigo Keith Richards... Nombres históricos de la música, con los que Mercader ha compartido horas de camerino. Una vida entre estrellas, digna de una biografía que nunca se publicará. “Este es el único libro que voy a hacer. Lo que haya vivido con estas personas es irrelevante, y no sería elegante ni ético contarlo. Muchas cosas las viví como amigo, no como promotor. Y a la lealtad, con lealtad respondes”.
Mercader se siente afortunado por haber conocido a grandes artistas “cuando eran músicos, y no leyendas”, y haber sido el primero en ver el potencial de una industria descomunal. Aleja su relato del glamour, pese a haber crecido en una familia de alto nivel adquisitivo y a haber acabado haciendo fortuna con su empresa, Gamerco. La ruina llamó varias veces a su puerta y cinco mujeres no soportaron su ritmo de trabajo, que le ha dejado un codo de tenista sin haber cogido nunca una raqueta, pero sí un teléfono casi las 24 horas del día. “Los carteles me producen un poco de desasosiego. De 46 años, 30 han sido de peleas y más peleas. Cuando no me vetaban conciertos me reventaban las puertas de los pabellones, me cambiaban los locales, me arruinaba...”.
Como escribe el periodista Diego Manrique en el prólogo del libro, Mercader fue durante años “el muñeco del pimpampum”: de autoridades, representantes, espectadores... Un hombre que no disfrutó de su profesión, pero sí de la música, su gran pasión. Él profesionalizó la organización de conciertos en España, y hoy se reconoce feliz de que grandes bandas confíen aún en él. Trabajando “muy a mi aire”, dice, pero con la misma responsabilidad de quien “se juega el dinero sin saber lo que puede pasar”.