Escindir su red fija no será fácil para Telecom Italia
Puede mejorar el valor del grupo, pero ponerle precio será complicado Su rival Open Fiber, apoyado por el Gobierno, está construyendo una red de banda ancha alternativa
Escindir sus redes terrestres no va a ser una solución fácil para Telecom Italia (TI). El antiguo monopolio está valorando vender una participación minoritaria en su red fija de telefonía y banda ancha. Una venta podría generar efectivo e impulsar la baja valoración del grupo, pero es probable que sea complicado y puede que no resuelva los mayores problemas del grupo.
La idea es vieja, pero parece estar ganando velocidad. TI, cuyo mayor accionista es el francés Vivendi, planea contratar asesores para evaluar los costes y beneficios de la escisión de su red fija, según Bloomberg. Vender una participación minoritaria, ya sea a un inversor privado o incluso en mercados públicos, aportaría tres grandes beneficios.
En primer lugar, ponerle un precio a la red podría generar cierto valor, ya que los activos de infraestructuras generalmente se valoran más que los operadores móviles. En segundo, recaudar efectivo también podría ayudarle a reducir sus más de 26.000 millones de deuda, o a financiar una guerra de precios cuando el operador francés Iliad entre en el mercado móvil el próximo año. Por último, ceder parte del control de la red puede aliviar las frías relaciones de Vivendi con el Gobierno italiano, que ve la red como un activo estratégico y ha puesto pegas al control del grupo francés.
El plan es más fácil de decir que de hacer. Es probable que separarla del resto del negocio de TI sea arduo, y puede requerir la aprobación de los acreedores. Luego está el espinoso tema de Open Fiber, un rival respaldado por el Gobierno que está construyendo una nueva red de banda ancha en toda Italia, que ofrecerá a otras telecos; eso afectará a los ingresos de TI. Una solución sería fusionar las dos entidades. Sin embargo, esa idea ha sido rechazada por Enel, accionista de Open Fiber.
La competencia con esta hace que sea más difícil valorar la red fija de TI. Los analistas de Credit Suisse reconocen que podría valer solo 10.500 millones en el peor de los casos, o hasta 22.000 millones si los planes de Open Fiber no se cumplen del todo. Una escisión puede permitir a TI, y por lo tanto a Vivendi, transferir parte de ese riesgo. Pero la incertidumbre probablemente disuada a los posibles inversores.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.