Las exportaciones disparan el negocio de las empresas químicas
El sector espera que en 2018 se recupere todo el empleo perdido por la crisis La patronal pide un pacto de Estado por la industria y la reducción de los costes de la energía
El sector químico español cerrará 2017 con su quinto año consecutivo de crecimiento, que volverá a repetirse también en 2018, según las previsiones de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), presentadas este lunes.
La cifra de negocio de estas compañías volverá a marcar un nuevo récord, alcanzando los 62.371 millones de euros, lo que supone un alza interanual del 5,7%. Para 2018, la patronal química espera que el rimo de crecimiento llegue al 4,7%, llevando la facturación al 65.272 millones. Con alzas en ambos casos superiores a las del PIB español (previsiones del 3,1% en 2017 y 2,6% en 2018). Así, el sector acumulará un crecimiento total en el periodo comprendido entre 2007 y 2018 del 31,2%, consolidando la evolución positiva que registra desde 2013 y apoyándose en el buen comportamiento de la economía española, en el crecimiento de la demanda internacional y en la caída del precio del crudo”, según se señala desde la patronal. Pero sobre todo por las ventas en el exterior.
Con 2017, serán ya cuatro años en máximos de facturación, un logro que las compañías han conseguido gracias fundamentalmente a la exportación. El porcentaje de las ventas que se realizan en mercados internacionales continuará superando el 50%, alcanzando previsiblemente el 56% en 2018. El crecimiento acumulado respecto a 2007 se situará cerca del 60% en 2018.
El 59% de las exportaciones va hacia países de la Unión Europea, que sigue siendo el gran mercado para las compañías radicadas en España. Pero cada vez más, otras zonas han ganado peso. “En los últimos 16 años las exportaciones han ganado competitividad diversificando los mercados especialmente en países como Estados Unidos, Canadá, China o Suiza, donde han ganado terreno de forma significativa”, se destacó desde Feique.
Otro de los efectos positivos del impulso en esta industria es el empleo creado, un 7,5% más en el último año con datos de la Encuesta de Población Activa hasta el tercer trimestre. Estas compañías registran 193.000 puestos de trabajos directos, 312.660 de forma indirecta y otros 123.520 asalariados de empleo inducido.
El empleo en el sector se redujo por la crisis desde el máximo en 2008 de 196.000 asalariados. Feique calcula que en 2018 se recuperen todos los puestos de trabajo perdidos y se marque un récord con 197.000 empleados (un alza del 2,1%). “De esta forma, en dos años el sector habrá registrado una notable recuperación del empleo de casi 10 puntos acercándose a los 200.000 asalariados y superando así los máximos históricos registrados en 2008”, añaden desde la asociación.
Entre los retos del sector el precio de la energía, de la que el sector es profundamente dependiente. Feique pide que haya un traslado gradual de los costes ajenos al consumo eléctrico –déficit de tarifa, incentivos a las renovables u otros costes– hacia los Presupuestos Generales del Estado, sacándolos del recibo de la luz. El sector también hace sus previsiones con un precio de petróleo a medio plazo a coste bajo, en el entorno de los 55 a 56 dólares.
“Pedimos políticas industriales valientes para que cuento lleguen los tiempo difíciles, que llegarán, la industria química sea competitiva con los países de su entorno”, reclamó Antón Valero, presidente de Feique y de la empresa Dow Dupont. Esta empresa, junto a Basf, Repsol y Cepsa son las principales del sector.
Valero también exigió un pacto de Estado con el Gobierno, sindicatos y partidos políticos para reforzar el sector industrial en España.
Este directivo señaló también que el sector no ha notado la incertidumbre catalana en la cifra de negocio, pero recordó que varias empresas han trasladado su domicilio social o fiscal fuera de Cataluña "al mismo nivel que el resto de sectores". La propia multinacional Dow Dupont, que dirije Valero, cambió su sede de Cataluña a Asturias.