Las petroleras europeas recuperan 50.000 millones por la remontada del Brent
El sector sube un 14% desde los mínimos del crudo de junio Cuatro de las mayores compañías marcan máximos del año
El sector petrolero europeo se ha encontrado con un inesperado aliado para la última parte de un año desigual. El bloqueo de la producción en el sur de Estados Unidos por el paso de los huracanes, el repunte de la demanda global de crudo y el alto grado de cumplimiento de los recortes de la OPEP han dado un espaldarazo al Brent. Sube cerca de un 30% desde los mínimos de junio. Algo que han aprovechado los pesos pesados del sector en Europa, cuya cotización discurre íntimamente ligada al precio del crudo. Desde entonces se revalorizan un 14%.
Las nueve mayores petroleras de Europa por capitalización bursátil –Shell, Total, BP, Statoil, Eni, Repsol, OMV, Galp y Neste– han recuperado 50.000 millones en cuatro meses. El 21 de junio, cuando el brent se intercambiaba por menos de 45 dólares, este selecto grupo de empresas valía en Bolsa poco más de 560.000 millones de euros. Según los precios del cierre de ayer, el dato supera los 600.000 millones con el brent por encima de los 57 dólares. Un 8% de su valor.
El alza es compartida por las mayores cotizadas europeas dedicadas a la extracción de crudo. Y ha dejado ya a cuatro valores en máximos. Uno de ellos es Repsol, que en septiembre superó los 15,50 euros por acción –el nivel más alto en dos años–, aunque corrige un 1% desde entonces. Más abultado es el desempeño de la austriaca OMV que marca máximos de una década. Las participaciones de Galp se intercambian por el precio más alto desde 2008 y las de Neste alcanzan máximos de 2011, previos a la crisis del crudo.
Todas ellas son los motores del sector en Bolsa. Acumulan una revalorización que supera el 10% en lo que va de año. La mejor es OMV, que sube en 2017 un 50%. El último informe de Citi considera que este alza bursátil estará respaldada por unos buenos resultados. Calcula que su beneficio aumentará en el tercer trimestre un 26% con respecto al mismo periodo del año anterior debido a la buena marcha del negocio de downstream (refino de petróleo y regasificación de gas natural).
Pero estos son también los valores en los que el mercado espera una próxima corrección. Por ejemplo, sitúa el precio objetivo de Repsol un 1% por debajo del actual. Natalia Aguirre, de Renta 4, ve aspectos positivos en la compañía a largo plazo. Considera que el plan de reestructuración le ha permitido avanzar en el cumplimiento de los objetivos de reducción de deuda (7.000 millones este año). Algo que le abre la puerta, en su opinión, a que en el futuro termine por retirar el script dividend e incremente el pago en efectivo.
Daniel Lacalle, de Tressis, pone el acento en las debilidades que ve en el el sector. Califica la situación actual como un "respiro" mientras que la reducción de costes se ha diluido ya en el tiempo. Y no tendrá su correlato en los resultados. Sí reconoce, eso sí, que ni el dividendo ni las inversiones de estas compañías están en peligro.
Este panorama tiene dos excepciones, Shell y Total, según Lacalle. Ambas petroleras acometieron sus respectivas reestructuraciones antes del desplome del precio del petróleo (en 2015), a lo que ayuda "un portfolio robusto sin grandes reestricciones". Total es una de las compañías del sector a la que mayor potencial le atribuyen los analistas. El consenso de Reuters sitúa el precio objetivo un 10% por encima y se decantan de manera mayoritaria por comprar títulos de este valor. En cuanto a la firma angloneerlandesa, el mercado le calcula un potencial más reducido (de un 5%), aunque 17 de los 25 analistas que la siguen recomiendan comprar.