La donación de Soros, ¿un ejemplo para otros ‘hedge funds’?
Deja casi toda su fortuna a su fundación para luchar por las sociedades abiertas La entidad benéfica de los Gates obtiene un 9% anual de sus inversiones en accionesy bonos
George Soros selló su reputación de inversor con su apuesta contra la libra en 1992, que le valió unas ganancias de mil millones de dólares. Ahora va a dejar un legado diferente al donar 18.000 millones, la mayor parte de su fortuna, a su red Open Society Foundations (Fundaciones Sociedad Abierta), lo que la convertiría en la segunda organización benéfica de EE UU tras la de Bill y Melinda Gates. Los conservadores pueden rezongar si quieren, pero las causas de Soros por los derechos humanos, la democracia y la equidad necesitan todo el apoyo que puedan conseguir.
El inversor de 87 años es un filántropo activo desde hace mucho tiempo. Creó su fundación en 1979 para luchar contra el autoritarismo y financió becas para estudiantes negros de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y para que disidentes de Europa del Este estudiasen en el extranjero. Creó una avanzadilla en su Hungría natal, y cuando el comunismo comenzó a caer, aumentó el apoyo a las instituciones civiles de la zona.
Ahora, la fundación gasta más dinero en EE UU, unos 98,7 millones de dólares este año –algo más del 10% de su presupuesto–, que en cualquier otro país. Soros hizo una gran donación a la campaña de Hillary Clinton y es un duro crítico de Donald Trump. Pero varias de las causas de la fundación, como su oposición a los encarcelamientos masivos y la defensa de alternativas a la criminalización de drogas, las comparten muchos conservadores.
La organización tendrá ahora más recursos en un momento en el que las sociedades y las fronteras abiertas de Occidente parecen estar bajo el mayor ataque en décadas. Open Society Foundations dice haber gastado 14.000 millones de dólares hasta la fecha, pero solo tenía 5.000 millones en activos a cierre de 2014, según el Foundation Center. Ahora se acercará al mastodonte de Gates, que tenía 40.600 millones en activos a finales de 2016 y el año pasado gastó 4.600 millones en desarrollo, en luchar contra problemas de salud como la malaria y el VIH, y en educación.
Sin duda, la fundación invertirá esta riqueza de forma más conservadora que el hedge fund macro de Soros. Pero la fundación Gates obtuvo el año pasado cerca de un 9% de una mezcla de acciones y bonos globales al 70%-30%. Con ese tipo de retorno, la fundación de Soros tendría suficiente dinero para respaldar su visión de la justicia, y tal vez fuera un ejemplo para otros gestores de hedge funds.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.