BlackRock y otros grandes fondos impulsan la contratación fuera de BME
El mercado espera la adaptación de las gestoras nacionales para el año que viene Desde Auriga apuntan a un ahorro de cuatro puntos básicos
2017 ha sido también el año en que el Ibex ha sido poco a poco, cada día, menos español. El volumen de los valores del índice que se negocian en Bolsas y Mercados Españoles (BME) se sitúa ya al borde del 50%, según los datos de Fidessa.
Las Bolsas alternativas, que surgieron en Europa tras la entrada en vigor a finales de 2008 de la primera versión de la directiva de mercados financieros Mifid, se reparten la otra mitad. La segunda edición de esta norma, que surtirá efecto a partir de enero, las promoverá.
Los responsables de estos cambios son los grandes players de la Bolsa. Grandes gestoras como BlackRock o Vanguard, que ya reparten sus órdenes entre todas las Bolsas en juego.
A pesar de que España va con retraso en la aplicación de Mifid 2 –Economía valora aplazar varios de sus puntos para dar un plazo razonable al sector financiero y que este pueda adaptarse a las peculiaridades nacionales–, no será así fuera de sus fronteras. Los hegde funds han desarrollado en los últimos tiempos tecnologías para saber en qué Bolsas pueden vender más caro o comprar más barato en cada momento. En el trasfondo está la presión regulatoria del coordinador de las comisiones europeas de valores, ESMA, y de otros países europeos que llevan ventaja a España.
La Bolsa oficial retiene la mitad de lo negociado
La implantación de Mifid en 2008 y el cambio en el sistema de liquidación de las acciones en Bolsa española han ido minando el poder de BME. En lo que va de año, su cuota de mercado se ha reducido hasta el 50,9%, según Fidessa. Los datos computan tanto el mercado tradicional como la subasta (donde BME mantiene el monopolio) y segmentos menos transparentes como los dark pool (plataformas opacas en cuanto al resultado de las operaciones). A la zaga le sigue Bats OTC con el 17,61% y Bats CXE (10,03%). Más alejadas, se encuentra el 5,45% de BOAT, el 4,04% de Turquoise. Bats BXE copa el 3,79% y BATF, el 2,6%. Con menos del 1% de la cuota se sitúan una decena de otras plataformas, denominadas internalizadores sistemáticos, como UBS, Aquis o Liquidnet.
El nivel de BME se sitúa aún levemente por encima de la mayoría de las grandes Bolsas oficiales europeas. Por ejemplo, la de París y la London Stock Exchange retienen poco más del 40%. Menor es aún el volumen de transacciones realizado por la Deutsche Börse de Frankfurt. Un 35,5% desde el 1 de enero. En Milán la Bolsa oficial retiene una cuota mayor y es la única que supera el 50%. En concreto, en torno a un 59%.
El mercado reconoce que los beneficios de la fragmentación no llegarán a minoristas ni a los valores menos líquidos
Así lo explica Javier Domínguez, socio director del bróker Auriga. Calcula el ahorro de operar con varias Bolsas internacionales en los cuatro puntos básicos (100 son un punto porcentual). Este ahorro se basa en gran medida en los cánones que carga BME sobre las operaciones. Según Domínguez, son las más altos de Europa, mientras que las tarifas de las plataformas alternativas son tan reducido que este bróker, por ejemplo, opta por no repercutirlas al cliente. De una operación de venta de 657.000 euros operada en BME, el gestor del mercado oficial español se lleva 156 euros; si el 57% de la orden se ejecuta en otras plataformas, se ahorrarían 89 euros. A este ahorro se sumarían otros 172 euros basados en aplicar la mejor ejecución; es decir, otear en 16 Bolsas distintas para buscar el precio más conveniente. En definitiva, el cliente se ahorraría un total de 261 euros.
El ahorro no es igual para cualquier tipo de inversor ni para cualquier tipo de operación. El responsable de Auriga explica que, si bien resulta interesante para los institucionales, no es así para los minoristas. Tampoco para operar fuera del Ibex:son valores menos líquidos y su contratación fuera de BME es harto complicada.
Por ello, el bróker aplica ya una herramienta, denominada Smart Order Router, que analiza todos las plataformas disponibles para ejecutar una operación. Un elemento similar al que cuentan los grandes fondos para decidir con qué Bolsa van a operar antes de enviar su orden.
Si bien Auriga lleva varios meses de experiencia operando con él, sus competidores empiezan a desarrollar estos instrumentos. DeGiro está en proceso de implantar su propia herramienta en sus operaciones. Y esperan completarla antes de que Mifid 2 entre en vigor.
La nueva regulación impulsará que los fondos españoles, que aún no han dado los pasos necesarios para adaptarse a los nuevos estándares, lo hagan en los próximos meses. Mifid 2 reclama que los intermediarios tomen las “medidas suficientes” para garantizar a los clientes “la mejor ejecución” a la hora de llevar a cabo sus operaciones. Es decir, que apliquen una serie de parámetros para que sus clientes compren lo más barato y vendan lo más caro posible. Los intermediarios deberán además justificarlo y remitir al regulador un informe al año en el que expliquen los cinco centros de contratación con los que más han operado y por qué. Aunque no tienen la obligación de operar en más de una Bolsa, la CNMV ve graves deficiencias en su análisis, como publicó CincoDías el pasado 19 de septiembre.
La buena noticia para BME es que la adaptación de brókeres es y fondos nacionales no supondrá una gran merma de su cuota de mercado, según Domínguez. El 43% de las acciones cotizadas estaba en las carteras de estas gestoras en 2016. Los fondos y aseguradoras españoles tenían el 7,4%. Así el porcentaje de fragmentación del Ibex, una vez que en 2016 se unificó el sistema de liquidación a los estándares europeos, toca techo.