Exceso de valentía y exceso de cobardía.
El desafío independentista continúa dominando las cotizaciones y los mercados. El IBEX cedió ayer un 2,85%, la mayor desde la del 24 de junio de 2016, justo el día despues del sorprendente resultado (Brexit) del referendum británico. Aún así, ese día el IBEX cayó un 12,35%, el mayor descenso de su historia.
Entre los sectores más afectados continúa estando la banca y en concreto la catalana cuyos valores más representativos la CaixaBank (-4,96%) y el Sabadell (-5,69%) lideraron las pérdidas. Otras entidades financieras como por ejemplo el Santander, Bankia, el BBVA o Bankinter se dejaron el miércoles entre el 3% y el 4% de su cotización.
La crisis catalana también repercutió en la deuda española, cuya prima de riesgo subió cinco puntos básicos, hasta los 133. No obstante, pese a este fuerte repunte de la prima de riesgo desde el inicio de la crisis podemos decir que es muy escaso y ello se debe al efecto "amortiguador" que tienen las política de liquidez del BCE.
Los cruces de acusaciones entre las partes (aliñadas con sus buenas dosis de sobreactuación y teatro) no parecen dejar descanso y es de esperar que de aquí al pleno del Parlamento de Cataluña del lunes 9 de octubre, en donde se pude producir la DUI (Declaracion Unilateral de Independencia), se produzcan más convulsiones en una crisis política de consecuencias incalculables.
Exceso de valentía y exceso de cobardía.
Concierto de Brandemburgo Nº 2 in F major, BWV 1047 de Johann Sebastian Bach
Grabado en el ”Salón de los Espejos” del Palacio de Cöthen.
SOLISTAS
Friedemann Immer (trompeta)
Isabel Crijnen (flauta de pico)
Katharina Arfken (oboe)
Gottfried von der Goltz (violin)
TUTTI
Freiburger Barockorchester
En el año 1716 Johann Sebastian Bach entra como Hofkapellmeister (Maestro de Capilla) por la invitación que le hizo el príncipe Leopoldo a Cöthen. Durante su permanencia en la ciudad compuso sus mejores obras, algunas de las más conocidas son los «Conciertos de Brandeburgo», así como la primera parte de «El clave bien temperado».
Los Conciertos de Brandeburgo o Conciertos brandeburgueses, BWV 1046-1051 (título original: Six Concerts à plusieurs instruments) constituyen una colección de seis conciertos que Johann Sebastian Bach presentó en 1721 a Christian Ludwig, Margrave (Marqués) de Brandeburgo. Adoptan la forma de «concerto grosso» de influencia italiana (y gusto francés) y suponía todo un halago de Bach a su mecenas. Observar que el título original de las piezas esta en francés y no en alemán.
El «concerto grosso» era una forma instrumental barroca de origen italiano basada en la contraposición entre un pequeño grupo de solistas (un concertino) y una orquesta completa (el tutti). En este concierto de Brandemburgo Nº 2 el grupo de solistas esta compuesto por una trompeta, una flauta de pico, un oboe y un violín. Este último, no falta en ninguna de los 6 conciertos que componen el ciclo.
A pesar de su título, los conciertos de Brandemburgo nunca pudieron tocarse en la corte del marquesado que les daba nombre. ¿La razón?: no disponía de conjunto orquestal suficiente para ello. Bach los escribió casi con única pretensión de halagar al marqués. Pronto cayeron en el olvido más absoluto y sus partituras se vendieron al peso tras la muerte del marqués. Afortunadamente fueron rescatadas por un alumno de Bach y años más tarde (en pleno romanticismo) se convirtieron, como el propio Bach, en una obra imprescindible.
En el primer movimiento del concierto que nos ocupa, la parte de trompeta, de gran virtuosismo y enorme presencia sonora, es considerada una de las más difíciles de todo el repertorio. Casi con toda seguridad fue escrita originalmente para Johann Ludwig Schreiber, que era el trompetista de la corte de Cöthen. La brillantez del sonido de la trompeta muchas veces da la impresión de que es un concierto para trompeta pero el grupo de solistas ya sabemos que lo componen otros instrumentos.
Por desgracia, la trompeta barroca debido a su rudimentaria construcción (no lleva pistones como las actuales) solamente pueden tocar en una tonalidad fija. Su uso en aquellos momentos estaba circunscrito exclusivamente a la guerra o a los fastos de la corte. No necesitaban más y no servían para más. Como los conciertos a menudo se mueven a una tonalidad diferente en el segundo movimiento, estas simplemente son apartadas y dejan de participar en ellos. Con la vuelta a la tonalidad original en el tercer movimiento, la trompeta vuelve a hacer acto de presencia y lo abre de manera brillante. Casi se convierte nuevamente en protagonista indiscutible del concierto. Pero ya sabemos que no lo es. Ya hemos visto que las trompetas servían perfectamente para lo que servían y cuando se tornaban en un obstáculo eran apartadas.
Desde un principio, la actuación de los dos lados en confrontación en Cataluña ha estado plagada de unas pretensiones que superaban sus reales capacidades. Un exceso de cobardía, disfrazado de inmovilismo, por parte del gobierno central y un exceso de valentía, al considerar que se contaba con más base de la que realmente se disponía, por parte de las autoridades de la Generalitat nos han llevado a una situación limite. Llegados a este punto, el recurso al teatro y al (auto)engaño es imprescindible.
Casi me atrevería a decir que el miedo a lo que hay que hacer a partir de ahora esta casi exclusivamente en los protagonistas. La apelación a la concordia y al dialogo, cuando supuestamente se tienen todos los elementos para actuar y se ha presumido de ello fuera de sus fronteras, pone al descubierto que son ya los actuales miembros de la Generalitat los que consideran que la valentía de la que hacían gala, de era excesiva.
Menos clara queda la posición del Gobierno central que todavía continua inmovilizado por su exceso de cobardía, motivado quizás por el enorme éxito de la campaña mediática que los soberanistas han hecho de los acontecimientos del pasado domingo. No obstante, el discurso del rey del pasado martes y la rápida contestación de la vicepresidenta del gobierno al discurso de anoche del presidente de la Generalitat, parecen haber empezado a romper esta sensación.
Puro barroco.
Será necesario ver (no simplemente mirar) detrás de los acontecimientos. Algo debe haber detrás de todo esto, al margen de los que públicamente defienden, para (auto)engañar(se) y actuar de manera tan excesiva como lo hacen. Se me ocurre pensar en que ambos comparten la necesidad de mantener, aún entre escombros, un modelo que se derrumba irremediablemente. También se me ocurre pensar que la corrupción (que se achacan unos a otros) es algo que ambos comparten y se adentra hasta el corazón de sus ADN's. Se me ocurre pensar que tanto el modelo como el nivel de corrupción se han vuelto incompatible con una mínima calidad de vida de los ciudadanos a los que ambos presumen de representar. Que los sacrificios que se les exige a estos ciudadanos (con el solo propósito de mantener vivo lo que ha de morir) se anotan como cargo a los otros y los supuestos beneficios se abonan como propios. Ya hemos tenido ocasión de ver en los años que viene durando de esta crisis, como funciona esta contabilidad. Y de ahí nace la rabia popular.
Puestos unos delante de otros vemos que comparten más de lo que les separa. Ambos son muy rudimentarios, no pueden tocar más que en una sola tonalidad. El segundo movimiento de este concierto que ahora comienza, no se interpretará en esa tonalidad. Sus intentos actuales son los de alargar el actual movimiento, pero hace tiempo que ha empezado a interpretarse su coda.
El concierto es más amplio de lo que parece.
Al otro lado del Atlántico, el dato de la ADP de empleos privados en EE.UU. arrojó una creación de 135.000 puestos de trabajo en septiembre. Este dato siendo el incremento menor desde octubre del 2016, se considera muy positivo dado que supera las expectativas del mercado. Los analistas han tenido que calibrar los efectos que los huracanes Harvey e Irma hubieran tenido en la economía norteamericana. Por ello, aunque las previsiones del mercado estaban en una media de +125.000 puestos de trabajo, el rango de estimaciones particulares iban desde una reducción de 25.000 a un aumento de 206.000 puestos de trabajo.