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EE UU está acostumbrado a horrores como el de Las Vegas

Es improbable que deje un impacto duradero en las leyes de armas, los mercados, el debate político o las mentes de los votantes La incapacidad de tales acontecimientos para forzar el cambio añaden una dimensión extra a su tragedia

Botas de vaquero tras el tiroteo de Las Vegas del domingo.
Botas de vaquero tras el tiroteo de Las Vegas del domingo.REUTERS

Las acciones de los casinos cayeron y las de los fabricantes de armas saltaron después del peor tiroteo de la historia de EE UU, con 58 muertos. Por muy horrible que sea, es improbable que deje un impacto duradero en las leyes de armas, los mercados, el debate político o las mentes de los votantes.

El ataque del domingo en Las Vegas produjo respuestas apagadas de los inversores, en parte por que turistas y consumidores han demostrado ser bastante resistentes tras la violencia en otras ciudades como Mánchester y París, pero también porque estos incidentes se han vuelto deprimentemente familiares. Las acciones de MGM Resorts, propietaria de Mandalay Bay, desde donde disparó el tirador, cayeron ligeramente. Live Nation, promotor del festival de música country en el que se produjo el tiroteo, bajó casi un 2%.

La Ciudad del Pecado es vulnerable a una caída del turismo, pero eso también podría resultar fugaz. Orlando no sufrió una caída evidente después del tiroteo masivo del año pasado en un club gay. La asistencia a Disney world se redujo menos de un 1% el año pasado, mientras que los dos parques de Universal en Orlando subieron un 5%.

El estoicismo público es admirable. Que casi no se plantee ninguna acción política para frenar tales masacres no lo es. Es cierto que el tiroteo de Las Vegas puede acabar con el proyecto de ley Share, que facilitaría la venta de armas. Pero es difícil ver que esta tragedia conduzca a leyes de armas más duras cuando tiroteos anteriores a miembros del Congreso, y a estudiantes de primaria en Sandy Hook (Connecticut) en 2012, no lo hicieron.

Las ventas de armas han ido cayendo desde que el país eligió a un firme defensor de la Asociación Nacional de Rifle como su presidente, lo que sugiere que los aficionados no ven la necesidad de precipitarse a comprar por temor a reglas más estrictas sobre su tenencia.

Un país tan profundamente dividido como Estados Unidos tendrá dificultades para dar una respuesta al tipo de horrores que acaban de ocurrir en Las Vegas. Pero la incapacidad de tales acontecimientos para forzar el cambio simplemente añaden una dimensión extra a su tragedia.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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