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Alstom y Siemens se fusionan y crean un gigante ferroviario europeo

Su volumen de negocios ascenderá a 15.300 millones de euros Siemens controlará el 50 % de las acciones de la nueva empresa

Tren ICE, fabricado por la alemana Siemens, a la izquierda, y TGV de la francesa Alstom.
Tren ICE, fabricado por la alemana Siemens, a la izquierda, y TGV de la francesa Alstom.

La compañía francesa Alstom y la alemana Siemens firmaron a última hora de la tarde un acuerdo de fusión con el que crearán un gigante europeo en el sector ferroviario con un volumen de negocios de 15.300 millones de euros, informaron ambas empresas.

“Siemens y Alstom han firmado hoy (por ayer) un protocolo de acuerdo para combinar las actividades de movilidad de Siemens, que incluyen su sección de tracción ferroviaria, con Alstom”, señaló el comunicado conjunto emitido ayer.

Siemens controlará el 50% de las acciones de la nueva empresa fusionada.

Las dos compañías comunicaron también que el Estado francés no ejercerá la opción de compra de acciones en Alstom.

El Estado tiene actualmente un 20% de los títulos de Alstom gracias a los títulos prestados por el grupo Bouygues, que se hubiesen hecho efectivos si el Estado hubiese desembolsado hasta el 17 de octubre 1.000 millones de euros.posibles demandas.

El objetivo de la fusión de los negocios ferroviarios de las dos firmas es crear un gigante que pueda hacer frente a la amenaza que supone la creciente competencia internacional, principalmente la proveniente de China.

“Necesitamos una consolidación en el sector ferroviario” ante la presión del gigante chino, dijo el viernes la ministra de Transportes francesa, Elisabeth Borne. “La operación responde al peligro chino”, confirmó a Le Figaro una fuente conocedora de las negociaciones. Lo mismo reconoció Claude Mandart, jefe del principal sindicato de Alstom, CFE-CGC. “La fusión es necesaria para desafiar al mastodonte chino, comentó Mandart, según la agencia France Presse.

El nuevo conglomerado tendrá un volumen de negocio de unos 15.300 millones de euros y 60.000 empleados.

Según los términos en los que se negocia la fusión, también permanecerán en territorio galo los centros franceses de investigación y desarrollo. Además, Siemens está dispuesto a garantizar que los empleos franceses –Alstom tiene 9.000 trabajadores en todo el país– serán mantenidos al menos durante los próximos cuatro años. Esta decisión tiene como objetivo tranquilizar a los sindicatos, que ya el pasado año se llevaron un gran susto tras el anuncio del cierre de la planta de Belfort, que puso en peligro 400 empleos, aunque luego se anuló.

La transacción, no obstante, está pendiente de la aprobación de los reguladores y será consultada a los comités de empresa, por lo que se espera que esté concluida a finales de 2018.

Si Alstom decide romper el acuerdo con Siemens, deberá indemnizar a la firma alemana con 140 millones de euros.

El grupo resultante, que estará bajo la dirección del actual responsable de Alstom, Henri Poupart-Lafarge, cotizará en la Bolsa de París y tendrá su sede en la región parisina.

La operación ha creado polémica en Francia, pues los partidos opositores al Ejecutivo del socioliberal Emmanuel Macron han acusado al Gobierno de desmantelar la industria francesa y de claudicar ante los intereses alemanes.

Sin embargo, el Gobierno francés aseguró que los puestos de trabajo de Alstom se mantendrán y que el gobierno de la nueva empresa será equilibrado.

Alstom está considerada una de las empresas industriales de bandera en Francia y se labró fama internacional por ser el fabricante del tren de alta velocidad (TGV) con el que el país galo fue pionero en este tipo de transporte.

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