El 80% de las empresas familiares prevé un año récord de ventas
El 69% augura que aumentará la facturación este año El 58% vaticina que aumentará la plantilla
Las empresas familiares encaran el final del año con un optimismo desbordado. Las buenas previsiones macroeconómicas, con un consumo de los hogares y una inversión empresarial creciendo a tasas anuales del 3%, y la recuperación de los pedidos de la UE ha disparado las ventas y los beneficios de estas compañías. Esa es una de las conclusiones que se desprende del VI Barómetro de la Empresa Familiar, realizado por KPMG en colaboración con las asociaciones territoriales del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), en el que el 80% de los encuestados confía en disfrutar de una situación económica “positiva o muy positiva” en los próximos doce meses. Se trata del porcentaje más elevado desde que comenzó la recuperación económica en 2014.
El optimismo empresarial está basado en unas cuentas de resultados que muestran una mejoría evidente de los ingresos. El 69% de las firmas encuestadas prevé que este año aumentará la facturación con respecto al anterior y de este porcentaje, siete de cada diez reconocen aumentos superiores al 5%. Un avance de los ingresos que ha propiciado que las empresas sigan incrementando sus plantillas. El 58% de las compañías reconoce que este año aumentará su plantilla. Pese a que supone una caída de tres puntos con respecto a la encuesta de 2016, se trata del tercer ejercicio consecutivo en el que el porcentaje de firmas que están dispuestas a crecer en personal se sitúa por encima del 50%.
El 70% de las empresas que han mejorado sus ventas lo ha hecho por encima del 5%
No solo aumentarán las plantillas, sino también la inversión. El 84% de las empresas incluye alguna inversión en su plan estratégico. La actividad principal sigue siendo la prioridad, con un 55% de las respuestas, seguida por la innovación y las nuevas tecnologías (50%), los recursos humanos (36%) y la diversificación del negocio (29%).
El cambio más relevante de la encuesta con respecto a anteriores ediciones se centra en el repliegue al mercado doméstico ante el dinamismo del consumo. Solo el 52% de las empresas incrementará su actividad en el extranjero, el porcentaje más bajo desde que se empezó a realizar el barómetro en 2013. Es la primera vez en la serie histórica en la que un porcentaje relevante de compañías (el 24%) confiesa que no tendrá actividad en el extranjero.
Donde no se producen cambios es en la clasificación de prioridades de las citadas empresas. La más importante es la mejora de la rentabilidad, con un 70% de las respuestas, seguida por la facturación, (50%) y la innovación (34%). Estos tres objetivos vuelven a situarse entre las prioridades de estas compañías por tercer año consecutivo.
Garantizar la continuidad de la empresa familiar durante las siguientes generaciones es uno de los mayores retos a los que hacen frente los propietarios de este tipo de compañías. Por ese motivo se les ha preguntado a los empresarios en los cinco barómetros que han realizado conjuntamente el Instituto de la Empresa Familiar y KPMG sobre esta cuestión, sobre la que muchos prefieren no opinar para no revelar la estrategia de futuro.
Traspaso de la gestión
En la edición de 2017, el 20% de los encuestados estaría valorando traspasar la gestión de la empresa a la siguiente generación, un porcentaje que duplica al registrado el pasado año (10%) y que muestra un mayor interés de los propietarios por pasar el testigo a sus herederos. La segunda opción más elegida en la encuesta de este año es la del traspaso de la titularidad a la empresa a la siguiente generación, con un 10%. Este porcentaje también dobla al registrado el pasado ejercicio (5%).
Menos impuestos y nueva reforma laboral
El barómetro incluye un apartado en el que se recogen las principales reivindicaciones de la empresa familiar para que el ciclo económico de crecimiento no se interrumpa. La petición más repetida es la bajada de impuesto, en la que coinciden el 38% de los empresarios, seguida por una regulación laboral más flexible (35%) y una reducción de los costes laborales no salariales (35%) y una reducción de la burocracia.
En este capítulo también figuran los principales desafíos que amenazan la actividad de unas empresas, que suman el 57% del PIB y el 67% del empleo privado. Las tres principales preocupaciones se centran en la mayor competencia, con un 51% de las respuestas, seguida de la competencia por la contratación del personal cualificado (40%) o la disminución de la rentabilidad, con un 32%.