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Santiago de Torres: “La última innovación oncológica es la radioterapia de alta intensidad”

El presidente de Atrys Health, una empresa especializada en diagnósticos online y radioterapia, cree que la medicina automatizada y a distancia marcará el futuro La compañía estudia la compra de un laboratorio en España y su expansión por Latinoamérica

Santiago de Torres, presidente de Atrys Health.
Santiago de Torres, presidente de Atrys Health.Pablo Monge

Cotiza en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) desde hace un año. Un paso importante, desde su nacimiento en 2007, que le sirvió entonces para levantar 4,5 millones de euros de capital y continuar así su senda inversora en tecnología e I+D. Atrys Health, una empresa especializada en diagnósticos personalizados de cáncer, imagen médica online y radioterapia, crece un 40% anual de forma orgánica e inorgánica y prevé hasta ocho millones en ventas este año. Su presidente, Santiago de Torres, habla sobre la creciente tendencia hacia la automatización, la telemedicina, la última generación en tratamientos contra el cáncer y los planes futuros de la compañía.

R. Atrys ha logrado deslocalizar sus diagnósticos de imagen médica gracias a la tecnología, ¿la telemedicina es el futuro?
R. Sin duda. Estamos haciendo, entre resonancias y tacs, 12.000 imágenes al mes que se envían a la nube para que los médicos que tenemos repartidos en hospitales públicos y privados de España y América Latina las interpreten. Jugamos mucho con el cambio horario. Por ejemplo, en Colombia trabajamos con especialistas con titulación española para que interpreten las imágenes de nuestras urgencias nocturnas, cuando allí es de tarde. Y en una hora llegan al hospital. El objetivo es que todo el mundo trabaje de día. Por eso hemos abierto filial en Colombia. Como los especialistas están en las grandes ciudades, este sistema permite que un médico general de un pueblo, que no tenga radiólogo ni cardiólogo, pueda disponer de uno online.
Cuantos más apellidos pongamos al cáncer, más fácil será su tratamiento
R. ¿Qué implican estos cambios para el sistema sanitario?
R. Los equipos diagnósticos son cada vez más baratos. Un ecocardiograma costaba hace tres años 50.000 euros, hoy hay aparatos por 4.000; lo conectas al iPad por Bluetooth y puedes ver el corazón de un paciente. Al bajar el precio, se piden muchas más pruebas. Pero ¿cuál es el problema?, no hay tantos especialistas para interpretar estas pruebas. Hay listas de espera en Málaga, ¡hasta tres meses para darte los resultados! Con la inteligencia artificial, el big data y los algoritmos estamos viendo cada vez más sistemas automatizados de diagnósticos, no hará falta un médico [en este primer momento]. Son softwares capaces de decir si un electro es bueno o malo. No dice más. Es un ahorro de costes impresionante.
R. ¿Tiene en marcha algún proyecto?
R. Hemos realizado una investigación muy grande con Indra, consistente en poner millones de datos de pacientes de cáncer para generar un sistema experto que almacene información sobre diagnósticos, tratamientos, evolución... De manera que cuantos más datos pongas, más perfecto será el diagnóstico. Lo que vemos es una parte de la medicina, porque siempre hará falta un médico, donde los sistemas de algoritmos nos darán una certeza diagnóstica cada vez más elevada y exacta. El otro proyecto es de biopsia líquida –que trata de encontrar restos de cáncer en la sangre para identificar su evolución de una forma menos invasiva– con varios hospitales. La medicina va por aquí. Cuantos más apellidos pongamos al cáncer, más fácil será su tratamiento.
R. Comentaba anteriormente la necesidad de profesionales especializados.
R. Tenemos un déficit de especialistas. Están en las grandes ciudades, no hay en poblaciones pequeñas y no te quiero contar ya lo que pasa en algunos países de América Latina, donde hay muy pocos y concentrados en las capitales. En Colombia trabajan para atender a centros rurales lejanos con especialistas que están a distancia.
Con los sistemas automatizados de diagnósticos, gracias a la inteligencia artificial, el 'big data' y los algoritmos, no hará falta un médico (en un primer momento)
R. Para la manipulación de esta tecnología, ¿qué se requiere?
R. Un médico generalista, enfermeras o personal sanitario con formación técnica. Ellos hacen la foto y el especialista o un sistema experto hace el informe tras examinar la imagen. La tecnología nos permite utilizar especialistas a distancia en lugares en los que nunca habrá presenciales. Es un cambio muy interesante que el paciente no tenga que trasladarse.
R. En el área oncológica, ¿qué novedades ha incorporado la compañía?
R. La última tecnología son las máquinas True Beam, que permiten disparar láser contra un tumor o metástasis en una o dos sesiones de muy alta intensidad, a diferencia de la radioterapia clásica, que se hacía en 30 o 40 de baja intensidad. El tratamiento se acorta una barbaridad. Son casi radiocirugías, como si metieras un bisturí dentro que necrosa o mata las células madre cancerígenas, que son las que pueden producir luego metástasis. Es la última innovación en tratamiento de cáncer y lo que viene con fuerza.
R. ¿Se utilizan ya en España?
R. Colaboramos con la empresa californiana Varian Medical System para introducir estos equipos de radioterapia en España. Son máquinas muy caras (unos tres millones de euros) y complejas. Tenemos gente preparada, porque si te equivocas y disparas mal, puedes producir efectos graves al paciente. Hemos instalado una en Valladolid, que funciona para toda Castilla y León, en el hospital del grupo Recoletas. E instalaremos dos más en breve: en Barcelona y en el sur de España.
R. ¿Y en Madrid?
R. Algunos hospitales la están trayendo. El problema es que deben tener gente muy preparada para que funcione. Es como el que pilota un 737 y mañana dirige un caza; necesitas de seis meses a un año de formación. Atrys se ocupa de traer e instalar la máquina en el hospital, formar al personal e ir innovando en el tratamiento.
Santiago de Torres, presidente de Atrys Health.
Santiago de Torres, presidente de Atrys Health.Pablo Monge
R. ¿Qué opina sobre la menor inversión en I+D en España?
R. Por desgracia, con la crisis, la inversión ha bajado un 10%, cuando en la UE ha subido un 25% de media. El país que no invierte en I+D+i es un país que no invierte en el futuro, es un problema que tenemos. Hay que reorientar los presupuestos. Hay profesionales buenísimos que hacen también investigación y bastantes fondos de capital riesgo que invierten en ciencias de la vida desde hace cinco años porque es un sector en expansión y que en los próximos años va a tener un crecimiento importante de más de dos dígitos.
R. ¿Cuáles son planes de la compañía?
R. Estamos negociando la compra de un laboratorio de patología en España para tener más volumen. Y en América Latina queremos tomar parte en un par de compañías de diagnóstico online, pero que no están tan desarrolladas, para crecer en la región.
R. ¿Qué ha supuesto la salida a Bolsa?
R. Hemos levantado capital para seguir invirtiendo, y como nuestra información es ahora pública, da mucha seguridad a los clientes. Incluso nos ha servido para participar en consorcios de I+D europeos. Desventaja: el MAB es un mercado con poca liquidez. Pese a esto, hemos cambiado papel por más de un millón de euros, el 25% del capital. Es verdad que es pequeño, solo somos ocho de salud, cuando el MAB inglés tiene mil y pico compañías, 75 de salud. El deseo es que haya más firmas y que más inversores se interesen en empresas como la nuestra.

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Sobre la firma

Denisse Cepeda Minaya
Periodista especializada en energía, medio ambiente, cambio climático y salud. Máster en Economía verde y circular por el Inesem y Máster en Periodismo por la UAM/El País. Con más de 20 años de experiencia en periodismo económico. Anteriormente trabajó en República Dominicana como reportera de economía en los periódicos El Caribe y Listín Diario.

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