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Barcelona grita unánime contra el terrorismo: “No tenemos miedo”

Ciudadanos, partidos e instituciones se unen en un frente común El ministro del Interior convocará el lunes el pacto antiterrorista

EFE

“No tinc por” (No tenemos miedo). Fue el grito unánime que recorrió el viernes Barcelona en la mañana después de que un individuo al volante de una furgoneta recorriese más de 500 metros de la Rambla y causase al menos 13 muertos y más de 100 heridos. Horas después cinco terroristas fueron abatidos en Cambrils (Tarragona) por los Mossos d’Esquadra, cuando se disponían a perpetrar un atropello similar, que se saldó con la vida de una mujer.

Todas las instituciones –desde el Rey, Felipe VI, hasta el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont– mostraron su repulsa al ataque en una multitudinaria concentración en la Plaza de Cataluña. Mientras, los Mossos d’Esquadra avanzaban en un prolijo despliegue policial que se saldó con cuatro detenidos y el convencimiento de que preparaban un ataque “de mayor alcance”.

La policía investiga ahora tres vehículos alquilados por uno de los detenidos. Además del que provocó el atropello en Barcelona, se encontró uno en Vic y otro más abandonado en Cambrils. Considera que los terroristas no eran lobos solitarios, sino que engrosaban una célula formada por al menos ocho miembros, con su sede de operaciones en una casa en la localidad de Alcanar (Tarragona). Precisamente allí tuvo lugar una explosión la noche anterior al ataque que se saldó con dos muertos y otro herido, que fue detenido. Los otros tres fueron retenidos en la localidad de Ripoll (Girona).

Las fuerzas de Seguridad pusieron en busca y captura a tres jóvenes de entre 17 y 24 años. En cuanto al autor material del atropello diversos medios, citando fuentes policiales, indicaron que había sido uno de los terroristas abatidos en Cambrills. Se trata de Moussa Oukabir, un joven de 17 años, hermano de uno de los detenidos, Driss Oukabir. Acudió a la policía a denunciar el robo de documentación por parte de sus familiares, que fue la que apareció en la furgoneta.

El operativo policial adquirirá el sábado una nueva dimensión. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, anunció el viernes que convocará una mesa extraordinaria de valoración de la amenaza terrorista. Baraja elevarla del nivel 4 al 5, el máximo posible y que supone la participación del Ejército. Fuentes gubernamentales so partidarios de mantenerlo en el 4 pero con medidas de refuerzo, según El País. El lunes se reunirá también el pacto antiterrorista. Un acuerdo que han rubricado la mayoría de las fuerzas parlamentarias menos Podemos que hasta ahora ha acudido como observador. Y el PNV acudirá a esa cumbre por primera vez también como observador.

“Todas las fuerzas políticas estamos decididas a tirar del mismo carro y con el mismo espíritu de victoria frente al terrorismo. Esta batalla también la vamos a ganar”, afirmó Mariano Rajoy en una comparecencia conjunta con Carles Puigdemont 20 horas después del atentado. El presidente del Gobierno puso el acento en la colaboración entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado nacional y autonómico para dar seguridad a los ciudadanos en la lucha contra el terrorismo.

El presidente catalán recogió el guante de Rajoy y se sumó al agradecimiento a los cuerpos policiales. En torno a una hora después de que una multitud abarrotase el corazón de Barcelona, Puigdemont también tuvo palabras de ánimo para el pueblo de la Ciudad Condal. “En la plaza de Cataluña hemos visto una respuesta admirable de nuestra sociedad, que ha dado un mensaje clave a los terroristas”, dijo.

En la primera fila de esa concentración Rajoy y Puigdemont no estuvieron solos. Los acompañó el Rey, Felipe VI y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, además de los principales líderes políticos. Entre ellos se encontraba el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que destacó la fuerza de la unidad de los demócratas para combatir esta barbarie. Pablo Iglesias, número uno de Podemos, por su parte, resaltó el papel de la capital catalana como referente de “solidaridad y respeto”. La postura del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, fue reclamar unidad a los partidos políticos y recordar que “se ha derrotado al terrorismo cuando los partidos han estado juntos”.

Aunque la manifestación más multitudinaria tuvo lugar en la Ciudad Condal, el resto de capitales españolas también quisieron mostrar su apoyo a Barcelona. En Madrid, las principales instituciones del Estado guardaron un minuto de silencio por lo ocurrido. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, presidió el acto ante la Cámara Baja. El ministro portavoz del Gobierno, íñigo Méndez de Vigo, hizo lo propio en las puertas de La Moncloa junto a un mermado Ejecutivo. No solo Rajoy, sino también la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, se trasladaron a Barcelona.

En el plano empresarial se sucedieron las muestras de condolencias no solo desde España, sino también desde el resto del mundo. Especialmente contundente fue la industria turística. La Confederación de Agencias de Viajes defendió que el atentado no frustrará el momento especialmente dulce que vive el turismo en España. Y es que los terroristas han atacado contra un símbolo turístico a nivel mundial. La Rambla de Barcelona es uno de los puntos que recibe más visitantes en el año. No es casual que los servicios de emergencias de la ciudad hayan contabilizado hasta 32 nacionalidades distintas entre las víctimas.

Los valores más ligados al turismo sufrieron una avalancha generalizada de ventas en Bolsa. Sirva como ejemplo la situación que se vivió en el mercado español. IAG cedió un 2,21% y Meliá, un 1,97%. Unas pérdidas que no fueron óbice para que el Ibex cerrara la semana al alza y retrocediera el viernes medio punto, tras abrir con caídas más abultadas.

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