Los ‘engañosos’ 20.000 millones de dólares de deuda de Netflix
La mayoría de esta deuda es un gasto derivado del desarrollo de producciones audiovisuales La plataforma ya cuenta con 93 millones de suscriptores a lo largo del mundo
Netflix ha llegado para quedarse. El esfuerzo de la compañía por crear un modelo de negocio exitoso se traduce en que al final del ejercicio de 2016, la plataforma de contenido online lograra unos ingresos totales de 8.830 millones de dólares (7.464 millones de euros), lo que supone un aumento de aproximadamente un 25% respecto al año anterior.
Con unas ganancias netas de 186 millones de dólares, Netflix se considera ya más que un negocio emergente. Pero a pesar de estas cifras del negocio, en su balances destaca un dato: los 20.000 millones de dólares que acumula como pasivo
En concreto, el dato corresponde a una deuda financiera 4.000 millones de dólares, más otros 14.479 millones en obligaciones de pago por derechos de distribución de contenido como series y películas en streaming, tal como reflejan los datos que ha presentado la empresa en la SEC, regulador del mercado estadounidense. Es decir, la compañía mueve miles de millones de dólares en producciones que se van a emitir online. Según explica en sus cuentas, esta cifra incluye acuerdos como el de Marvel, compra de catálogos de películas, adquisición de derechos para "películas futuras desconocidas" y otros contratos audiovisuales. Es decir, serán obligaciones futuras de pago cuando se materialicen las producciones.
Desde que en el año 2013 Netflix comenzó a ofrecer en su catálogo contenidos de producción propia, a día de hoy la plataforma tiene en su cartera más de 50 producciones originales, entre las que se encuentran series de ficción, producciones de animación, largometrajes, reality shows e incluso late nights. El distribuidor de contenido multimedia abarca casi la misma programación de una cadena generalista, ofreciendo su producto audiovisual de manera personalizada y sin restricciones de horarios.
Con aproximadamente 93 millones de suscriptores a lo largo del globo (41 millones de ellos, internacionales), la plataforma intenta cada vez llegar más lejos. Netflix ya se ha hecho un hueco propio en el mundo de la televisión. Sus 91 nominaciones para la próxima gala de los premios Emmy, tan solo por detrás, a nivel de volumen, de la veterana HBO, son una prueba de ello.
Su inmersión en el ámbito cinematográfico busca llegar a todo tipo de público. Por un lado intenta contentar a los usuarios que se decantan por el cine comercial, que ha asentado sus bases entre los suscriptores con su contrato con el actor Adam Sandler. Los largometrajes del actor, producidos exclusivamente para la plataforma son los más vistos de esta. Ya ha firmado un contrato para producir cuatro películas más del mismo corte.
Por otro lado busca hacerse un hueco en las grandes ligas del cine, como demostró con la presentación de su película original Okja en la pasada edición del Festival de Cannes. Esta, junto al estreno en el festival de The Meyerowitz Stories, también producida por el distribuidor de contenido online, fue un movimiento que acumuló tanto adeptos como detractores pero que no ha frenado la intención de la plataforma de continuar su recorrido en la producción de largometrajes.
No todos los contenidos originales de la plataforma son de producción propia. Netflix ha comprado los derechos de emisión de algunos de ellos, como por ejemplo los de la producción The Crown producida por Sony Pictures o su primer gran éxito, Orange is the New Black, que corre a cargo de la productora Lionsgate. Actualmente, el principal objetivo de la plataforma es seguir trabajando para crear contenido propio de gran aceptación por el público, como es el caso de su aclamada Stranger Things. Por ahora ya acumula algunos intentos fallidos, como la serie Santa Clarita Diet que no generó tanta conversación como se preveía.
Netflix necesita seguir desarrollando productos audiovisuales atractivos con el objetivo de manteniendo su crecimiento de suscriptores constante. El conflicto se sustenta en el hecho de que mientras la plataforma continúe produciendo nuevas series y películas, su deuda continuará activa, por lo que se prevé que la deuda de la compañía no se reduzca en los años venideros. Aun así, esto no es un símbolo de debilidad. La plataforma online ya ha conseguido un nombre propio en el mercado.