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Adiós a la fritanga, llega el menú sano a la oficina

La obsesión por una vida saludable llega al trabajo Empresas como PlenEat nacen con este objetivo

El 58 % de los españoles come fuera de su casa. Y no siempre bien. Los menús que se toman en el trabajo, la mayoría de las veces están alejados de los cánones que dicta una alimentación sana. O lo que es lo mismo, las pautas que marca la denominada dieta mediterránea. Cabe recordar que España, por su ubicación, está dentro del colectivo de países, entre los que también se encuentran Italia, Grecia, Chipre, Marruecos, Francia o Portugal, esta pauta alimenticia, que en 2013 fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Esto significa que al patrimonio de alimentos se añaden unos hábitos, como el de las cinco comidas diarias. Pocos son los españoles que las cumplen.

Los almuerzos, que la mayoría discurren en el lugar de trabajo, han sido hasta ahora uno de los talones de Aquiles en la alimentación de los empleados, con el peligro que conlleva para la salud nutrirse de bocadillos a pie de ordenador. La tendencia, en la última década, con el furor del running y de la obsesión por la vida sana, está cambiando. Lo asegura Carlota Mateos, cofundadora de PlenEat, compañía que sirve comida casera y preparada para consumir en el día a los trabajadores de empresas. Utiliza ingredientes con certificado ecológico, y cada propuesta de menú, a nueve euros al día, va acompañada de una tabla nutricional. La tendencia es clara: “Cada vez la gente, que cocina menos en casa, se cuida más por lo que se implican en por qué comen lo que comen, por ello hay que ofrecérselo de forma clara”.

Es por ello que, cada vez surgen más empresas dedicadas a ofrecer menús equilibrados a los profesionales. Una buena alimentación hace que se rinda más en el trabajo y se incremente la productividad.

Lo cierto es que en los últimos años las costumbres gastronómicas de los españoles han cambiado a pasos de gigante. Y de esto dan fe el 33,8 % de los bares y restaurantes, que ha percibido un incremento en la demanda de este tipo de comida saludable, de forma que se ha generado un cambio en la manera de ofrecer la carta en este tipo de establecimientos, según el barómetro Food, un informe sobre la alimentación de los empleados que elabora anualmente Edenred, empresa que ofrece soluciones de distintos servicios, como el ticket restaurante, de empresas, empleados y establecimientos. El gasto medio que se invierte en comidas fuera de casa a mediodía es de 100 y 300 euros mensuales, según datos de la última encuesta disponible de 2015, elaborada por la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI). Esto hace que cada vez sean más los españoles que tiran de tupper y deciden prepararse su propio almuerzo y ahorrarse un dinero al año.

Para este tipo de cocinillas, ha surgido otro movimiento, el de la literatura gastronómica, que edita infinidad de libros con recetas para preparar comida sana para tomar fuera de casa. El libro Cómete el tarro (Planeta, 16.90 euros), de la autora Marta Vergés, experta en nutrición, ofrece un repertorio 60 recetas vegan- friendly , para comer en cualquier rincón de la oficina. Solo se necesita un tarro de cristal, recomienda evitar el plástico, donde mezclar ingredientes ecológicos, puros y libres de toxinas. Según explica en el libro, “después de un corto período comiendo mayor cantidad de alimentos crudos, se nota cómo se afina el paladar hasta recuperar el placer de los sabores originales”.

Pero si alguien sabe de comer en el trabajo, y en tiempo récord, son los japoneses, que a comer en un tupper lo llaman bento y consiste en colocar la comida en el recipiente de tal forma que cree formas o rostros. De esta manera, ir a la oficina se convierte entre los compañeros en algo divertido y competitivo: todos buscan tener el mejor bento. También existen aplicaciones que ayudan en la elección de un menú sano. Somos lo que comemos.

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