Fernández de Barrena, el ejecutivo cosmopolita que regresa a Altadis
Dos años después de abandonar la tabaquera, vuelve como consejero delegado
Dos años después de abandonar Altadis, Jon Fernández de Barrena (Irún, 1979) regresa a la tabaquera, propiedad de Imperial Tobacco. El lunes se convertirá en su consejero delegado, relegando en el cargo a Juan Arrizabalaga, nombrado recientemente responsable de marketing y ventas de Fontem Ventures, filial de innovación en bienes de consumo de Imperial Brands, que seguirá siendo presidente de Altadis.
Casado y con dos hijos, el nuevo directivo tendrá que enfrentarse a los retos de una empresa en reestructuración. Desde que fuera comprada por Imperial Tobacco hace nueve años, la tabaquera ha ido reduciendo su plantilla, desde los casi 2.200 empleados de entonces hasta los 931 actuales. También ha visto cómo disminuía su tamaño. En 2008, contaba con 12 fábricas en España, mientras que en la actualidad solo le queda la planta de Santander. Pese a todo, el nuevo CEO se sitúa al frente de una firma cuyos beneficios no variaron apenas durante el último ejercicio fiscal, finalizado en septiembre de 2016.
Tras estudiar económicas en la Universidad Pontificia de Comillas, Fernández de Barrena se incorporó al equipo de Goldman Sachs, para el que trabajó durante cuatro años en las sedes de París y Londres. Antes de comenzar el Master of Business Administration (MBA) en la Universidad de Harvard, formó parte unos meses del equipo de la consultora McKinsey.
De estos primeros años, el guipuzcoano cree que la etapa en Goldman Sachs le aportó un perfil muy analítico que le lleva a tomar decisiones basándose en los datos y en toda la información disponible. Además, recuerda que al principio solía asumir casi todas las tareas. Según fue ascendiendo escalones en su carrera profesional, comenzó a delegar funciones, pero, aún así, es una persona a la que “le gusta estar bien informada y saber lo que está pasando en todo momento”, afirman quienes han trabajado con él.
En 2007, Fernández de Barrena se incorporó a la firma británica de capital riesgo Candover, que fue heredada por la gestora de private equity Arle Capital Partners, liquidada a su vez a principios de 2017. Dos años después, llegó a la firma de consultoría Alvarez & Marsal, y finalmente en 2011, se convirtió en director de inteligencia de negocio y planificación de Altadis Imperial Tobacco. Entonces hacía tres años que la tabaquera –nacida de la fusión en 1999 de la española Tabacalera y de la francesa Seita– había sido adquirida por Imperial Tobacco, firma integrada en el grupo internacional Imperial Brands. Durante los dos años que ejerció este puesto, que recuerda como una etapa “muy gratificante”. Logró dar un impulso al equipo del que formaba parte en medio de una atmósfera complicada por las subidas de impuesto y las guerras de precios.
Su llegada a la industria tabaquera coincidió también con la puesta en marcha de la ley del antitabaco en España, que prohibió fumar en locales de ocio y otros recintos públicos. La norma, junto a las subidas de impuestos llevadas a cabo por el Gobierno, llevó a un descenso del consumo de tabaco se redujera casi a la mitad en solo cinco años.
En 2013, el vasco dio un cambio radical a su vida. Fernández de Barrena se trasladó a vivir a Asia al asumir el puesto de director general de Imperial Tobacco Vietnam. Además, un año después, amplió los mercados de los que se ocupaba y abarcó también Laos y Camboya, como director general de la marca en Indochina. Durante los 24 meses que pasó en el continente asiático, perfeccionó la gestión de grandes equipos y la forma de motivarlos, pues fue responsable de unas 800 personas. Quienes le conocen aseguran que da mucha importancia a las trabajadores que integran sus equipos y suele buscar empleados analíticos, pero también otros “con dotes de liderazgo y comercial”.
La etapa en Asia fue etapa “muy especial” para él a nivel profesional y personal. De hecho, considera que todos los directivos deberían deberían desarrollar parte de su carrera en este continente y “comprobar en primera persona el desarrollo de los países emergentes”.
En 2015, este aficionado a deportes como el triatlón, el alpinismo y el esquí, regresó a España como director general para el suroeste de Europa de KraftHeinz. Allí permanecerá hasta este lunes, cuando será nombrado CEO de la compañía que le hizo subir su mayor montaña, pese a haber ascendido en su tiempo libre el Kilimanjaro, en Tanzania.
Fernández Larrena suele comparar el triatlón con la gestión de las empresas, pues es una actividad en la que es necesaria una muy buena preparación y el dominio de tres disciplinas distintas (natación, carrera y ciclismo). Él domina cinco deportes y ha tenido hasta tres puestos directivos diferentes a lo largo de su carrera, por lo que no le será difícil alcanzar esta nueva meta.
Cercano a su familia y sus empleados
Jon Fernández de Barrena se considera una persona muy cercana y trabajadora. Se involucra mucho en las tareas para dar ejemplo a los equipos que lidera y suele evaluar a sus trabajadores sobre el terreno, día a día.
El directivo valora muy positivamente el papel de las mujeres y siempre les otorga responsabilidades principales en primera línea.
Como marcan sus origenes vascos y el estar casado con una mujer gallega, la gastronomía es uno de sus mayores placeres, aunque no por encima de disfrutar del tiempo con su