Vestager ultima una multa histórica contra Google por violar las normas europeas de competencia
Bruselas acusa al buscador de abuso en el servicio de comparación de precios El castigo podría batir el récord de la sanción de 1.060 millones a Intel
El primer capítulo de la eterna y amplia investigación de la Comisión Europea sobre Google se acerca a su final. Partidarios y detractores de la compañía velaban este lunes sus armas legales ante la creciente posibilidad de un inminente anuncio de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, que ultima una multa histórica contra el buscador estadounidense por presunto abuso de posición dominante. La sanción se espera en cuestión de horas, aunque la comisaria se reserva la última palabra para elegir el momento del anuncio.
"Será la decisión más importante de la Comisión en política antitrust en más de una década", señalan algunos de los denunciantes en referencia al dictamen de 2004 que sancionó a Microsoft con 497 millones de euros y le impuso condiciones para abrir el mercado de los navegadores por Internet.
La multa de Google se espera que sea más del doble que la de Microsoft y que bata el récord marcado por la sanción a Intel de 1.060 millones en 2009. Pero los denunciantes confían, sobre todo, en que el primer dictamen de la CE contra la compañía de Larry Page y Sergey Brin abra el camino hacia una revisión total del modelo de negocio de Google.
La CE acusa a Google de abusar de su dominio casi absoluto en el mercado de búsquedas por internet para favorecer "de forma sistemática" sus servicios de comparación de precios, a los que da una presencia prominente en la página de resultados en detrimento de otros comparadores rivales.
El simbolismo de cada millón
Bruselas puede imponer multas de hasta el 10% de la facturación de una compañía, lo que en el caso de Google (con ingresos de 90.000 millones de dólares) podria arrojar una sanción de hasta 8.000 millones de euros.
La CE nunca apura su margen de castigo. Pero los denunciantes confían en una sanción ejemplar. "Una gran multa no va afectar a Google, pero dará la señala a la opinión pública de que Bruselas considera graves las infracciones que ha cometido", señalan fuentes de los denunciantes.
El departamento de Vestager investiga desde 2010 para intentar demostrar ese abuso y recabar pruebas que demuestren que la conducta de Google ha debilitado a otros rivales o, incluso, ha impedido que surjan compañías rivales en el servicio de comparación de precios.
Bruselas puede exigir a la compañía que modifique sus prácticas para no discriminar a sus rivales en los resultados del buscador. Esas condiciones serían de obligado cumplimiento, so pena de nuevas multas. En el futuro, además, la CE podría imponer nuevas condiciones en los otros casos pendientes, que atañen al servicio de publicidad de Google (AdSense) y en el sistema operativo de telefonía móvil (Android).
"El caso Google, como el de Microsoft en su día, afecta a una gran variedad de industrias", aseguran algunos de los denunciantes de primera hora, que presentaron sus primeras contra Google en 2009.
Desde entonces, las quejas se han multiplicado y ya hay más de 30 denunciantes solo en el caso del comparador de precios.
Reacción de Trump
Ninguna de las partes implicadas en el caso da por seguro la fecha en que Vestager anunciará la sanción. Pero los preparativos de ambas partes para reaccionar a la sanción son ya muy evidentes, tras diversas informaciones que apuntan a una decisión esta misma semana.
La sanción contra Google sería la primera gran multa de la Comisión a una multinacional estadounidense desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. En mayo, Bruselas sancionó a Facebook, pero con una multa relativamente menor de 110 millones de euros.
La recta final del expediente sobre Google coincide, además, con la próxima cumbre del G-20, que el 7 y 8 de julio se reúne en Hamburgo con un profundo conflicto comercial de fondo entre la UE y EE UU.
Europa acusa a Washington de alentar corrientes proteccionistas que podrían dañar el mercado transatlántico. En ese delicado contexto, surge la incógnita sobre la reacción de Trump a una megamulta de la Comisión. El presidente de EE UU podría tomárselo como una agresión comercial... o como un merecido castigo al clan de Sillicon Valley hacia el que no profesa demasiada simpatía. Es probable que Trump despeje la incógnita por Twitter pocas horas después de que hable Vestager.