Cuáles son las acciones más caras y por qué valen más que una casa
El precio por título no implica que la compañía esté más o menos cara Aena es el valor más valioso de la Bolsa española, seguido por Bayer
Si quisiera invertir 1.000 euros en una empresa, ¿preferiría comprar 10 acciones de Apple, la compañía más valiosa del mercado, o un millar de Sabadell, la acción más barata del Ibex 35? Y es que, aunque el mercado español no está acostumbrado a títulos de tal precio –los menos económicos son los de Aena, que al cierre del mercado de ayer se vendían a 180 euros, seguidos de los de Bayer, 120 euros–, en los parqués estadounidenses hay acciones con precios de hasta seis dígitos. Esto se debe a que mientras las empresas españolas están acostumbradas a acometer splits o desdoblamientos de acciones, algunas estadounidenses –como Berkshire Hathaway, con los títulos más caros del mercado– son reticentes a ello. No es el caso de Apple que ya ha recurrido a esta medida en cuatro ocasiones. La última de ellas fue en 2014 cuando, para dar acceso al accionista minoritario, la empresa de la manzana dividió cada uno de sus títulos en siete y estos pasaron de los 647,5 dólares a los 92,5 dólares, aunque en la actualidad ya cotizan por encima de los 140 dólares.
Además, de atraer nuevos inversores, el objetivo de este mecanismo es “romper la barrera psicológica que supone a veces pagar una cantidad elevada para comprar una sola acción”, explica Victoria Torre, jefa de producto y análisis de Self Bank. En estos casos, el comprador “identifica que la acción está cara cuando su precio unitario es alto”, continúa Torre, aunque esto dependa de la rentabilidad que vaya a proporcionar posteriormente. Ángel Pérez, analista de Renta 4, insiste en que no hay una razón económica para que las compañías lleven a cabo un desdoblamiento de acciones y en ocasiones, el precio unitario final de los títulos no es “tan visual para los accionistas históricos”. No obstante, la razón por la que firmas como Apple pueden recurrir a esta medida es que observen que “la liquidez del valor se está viendo afectada”, subraya Pérez.
En España, los splits son más habituales y por tanto, los títulos de las compañías no llegan a cifras tan elevadas. A finales del año pasado, el líder internacional en el diseño, fabricación, mantenimiento y suministro de equipos y componentes ferroviarios, CAF realizó un desdoblamiento de sus acciones, a razón de diez nuevos títulos por cada uno de los existentes, que superaban los 350 euros.
EE UU, a la cabeza en precios
230.000 dólares es el precio unitario de las acciones más caras del mercado. Pertenecen a Berkshire Hathaway, el brazo inversor de Warren Buffett, que cotiza en la Bolsa de Nueva York. La firma cuenta con títulos A, que nunca han sido sometidos a un split o desdoblamiento de acciones, y títulos B. De hecho, los propietarios de uno de los primeros pueden canjearlo por 1.500 de los segundos. En cualquier caso, más allá de lo que cueste hacerse con una participación del conglomerado de Buffett, conviene tener en cuenta la rentabilidad de la inversión.
Tras la compañía de Buffett se encuentra Lindt. La firma suiza de chocolates cotiza con dos tipos de títulos en Zurich y los principales, aquellos con derecho a voto, sobrepasan los 60.000 euros. También en la Bolsa de Suiza, el fabricante de productos químicos Sika cotiza con cifras de cuatro digitos: sus acciones superan los 5.700 euros. En los demás parqués del Viejo Continente los precios son mucho más modestos y los más elevados los asumen las firmas de bienes de lujo, como Hermes, Louis Vuitton o Ferrari. Las dos primeras, que cotizan en París, alcanzan los 400 y 220 euros, respectivamente. El fabricante de vehículos de lujo se queda en los 80 euros en el MIB italiano.
En el Dax alemán destacan los títulos de Adidas (170 euros), aunque son superados por los de la aseguradora Allianz (173 euros) y el fabricante de neumáticos Continental (199 euros). En el parqué londinense, destacan Reckitt Benckiser, fabricante de productos de cuidado personal y del hogar, cuyos títulos se sitúan en los 90 euros, DCC y Randgold Resources, que valen en torno a 80 euros.
Si en Europa, lideran las empresas de consumo, en EE UU lo hacen las tecnológicas y las farmacéuticas. En el Nasdaq, las acciones del gigante de viajes online Priceline superan los 1.800 dólares, mientras que Alphabet se queda en los 970 dólares, muy cerca de Amazon, cuyos títulos se han revalorizado un 55.000% desde su estreno bursátil en 1997. Ambas tecnológicas han tocado recientemente los 1.000 dólares. Muy lejos se sitúa Tesla, el fabricante de coches eléctricos, que cotiza a 350 dólares y es superado, también en el Nasdaq, por Intuitive Surgical (910 dólares) y Atrion (580 dólares), dos firmas de equipamiento médico.
En Asia, los precios de las acciones no alcanzan cifras tan estratosféricas. No obstante, en la Bolsa de Tokio destacan el grupo de distribución de moda Fast Retailing (300 euros), Fanuc Corp, dedicada a la robótica, cuyos títulos se quedan en los 175 euros, y Central Japan Railway, principal empresa de ferrocarril en la zona, con un precio por acción de 146 euros. En el parqué de Hong Kong, las participaciones más caras son las del banco Hang Seng, pero no llegan a los 20 euros.