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El mercado castiga a Popular con una caída en Bolsa del 18% ante la duda sobre su futuro

El banco prevé tener tasados sus 36.839 millones en activos inmobiliarios la próxima semana La CNMV no suspenderá de momento su cotización bursátil, aunque su valor se hunde a mínimos históricos

Popular marca nuevos mínimos históricos
Belén Trincado

Histórico hundimiento de las acciones de Banco Popular, en el que las malas noticias parece acumularse día tras día en una entidad que no logra devolver la confianza o la credibilidad al mercado. El desplome de ayer de sus acciones, que descendieron un 17,90%, colocaron el precio de estos títulos en 0,50 euros, un valor que puede considerarse de derribo si los potenciales compradores del banco lo toman como referencia, lo que no sería de extrañar, según apuntan todos los expertos consultados.

Un día negro para la cotización de este banco que se ha convertido en un valor totalmente especulativo, según reconocen estos mismos expertos. Popular sufrió ayer el mayor descenso del año y la segunda mayor caída de la historia, solo por detrás de la penalización del 26 de mayo de 2016, cuando se desplomó un 26% tras anunciar una ampliación de capital de 2.500 millones de euros y un nuevo plan estratégico.

Las dudas sobre el futuro de la entidad que preside Emilio Saracho han arrastrado sus títulos a su valor más bajo. La sombra de una posible intervención por parte del Banco Central Europeo (BCE) y del Mecanismo Europeo de Resolución (MUR) si no logra su venta en las próximas semanas llevan a sus títulos al cataclismo. Y parece que de poco sirven los intentos de Popular de aclarar algunas dudas que se plantea el mercado.

El hecho de que el próximo martes Saracho y el consejero delegado de la entidad, Ignacio Sánchez-Asiaín, acudan al BCE en una reunión calificada de clave para el banco por varias fuentes financieras (ver CincoDías del jueves) puede suponer un antes y un después para su futuro, ya que en ella tanto el supervisor europeo como los dos banqueros expondrán las salidas que tiene Popular. Entre estas sobresale su próxima venta antes de que se cierre el mes, una vez que las entidades entregaran sus ofertas pasado el día 10 de junio, fecha que inicialmente se entendía como tope para presentar una oferta vinculante, lo que también ha influido en la caída del valor producido ayer.

Una de las razones de flexibilizar el plazo para la entrega de ofertas vinculantes se debe a que Popular no ha finalizado aún una de las principales inquietudes para el mercado, la nueva tasación que está haciendo una tasadora independiente “uno a uno” de los 40.000 activos del banco “para realizar un diagnóstico de su situación”, según explicó en la presentación de resultados del primer trimestre su consejero delegado, Sánchez-Asiaín.

Santander, BBVA y Bankia únicos, de momento, que han mostrado interés por Popular, han expresado las dificultades que tienen para realizar una oferta sin conocer con exactitud el resultado de esta tasación. La intención de Popular es finalizar este análisis a mediados de la próxima semana, una vez que ya se han examinado el 80% de estos activos que suman en total 36.839 millones de euros.

Según este 80% de activos inmobiliarios las cifras prácticamente se repiten, por lo que no esperan grandes variaciones una vez concluido la tasación. Los datos del nuevo examen, lo mismo que los de la liquidez y solvencia, como resultados y evolución del negocio del banco corresponderán al 31 de mayo.

El objetivo del banco es también incluir aunque sea en fechas próximas el efecto de la nueva circular contable del Banco de España que afecta a las provisiones, al considerar ahora la pérdida esperada en vez de la incurrida como hasta ahora. Esta circular, que se espera para julio, previsiblemente no entrará en vigor hasta 2018, como en el resto de Europa, pero la banca española asegura que pretenden incluir su impacto ya en los resultados de 2017, ya que están convencidos de que se el mercado así lo exigirá. Y Popular también espera incluirla. El banco también pretende subir las coberturas de sus activos tóxicos para igualarlas al resto del sector.

La institución también quiso disipar dudas sobre sus ratios de capital, e insistió en que “cumplía y cumple” con los niveles de capital regulatorio exigidos por el BCE. Aunque no explicó que las dudas se plantean sobre los ratios de 2018, cuando el supervisor europeo le exija más capital, cuando ahora está al límite de lo que le pide. Su excedente es solo de un 0,53%. Pero el objetivo de Saracho es pedir al BCE más tiempo para lograr subsanar su previsible déficit de 2018.

Hay que recordar que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya insistió en que la solución para Popular debe ser privada, por lo que no recibirá ayudas públicas, lo que deja en manos de sus accionistas y del BCE el destino de la entidad. La volatilidad de las acciones del banco es tan significativa que hasta el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, ha tenido que aclarar a preguntas de la prensa que por el momento no está previsto suspender la cotización del banco.

Sí ha admitido, no obstante, que el regulador bursátil está estudiando “con atención” la volatilidad de la entidad, pero estima que “por defecto, al mercado hay que dejarle seguir funcionando”. E insistió en que el mercado es liquidez y hay que permitir a los inversores que puedan comprar y vender a los precios que consideran “adecuados”. Albella, que participó ayer en el Foro Medcap, organizado por Bolsas y Mercados Españoles (BME), añadió que desde la CNMV estudian “a fondo” las situaciones especiales que se plantean en el mercado, y defendió que si no han tomado una decisión sobre suspender la cotización es porque desde el supervisor creen que no lo deben hacer. “Valoramos las situaciones en todos sus ángulos y actuamos o nos abstenemos de ello habiendo hecho un análisis suficiente”, aseveró el presidente de la CNMV.

La capitalización de la entidad apenas supera los 2.000 millones, en concreto 2.098,43 millones, tras la venta masiva de títulos por parte de los inversores ante continuas noticias y rumores relacionados con el banco.

En el año ha perdido un 45,5 % de su valor y ayer se anotó su quinta sesión consecutiva de caída. Se da la circunstancia de que la CNMV lleva casi un año investigando los ataques especulativos en corto de los fondos de inversión sobre los títulos de Popular, pero parece muy complicado llegar al origen de estas posiciones bajistas.

Pese al temor del sector ante una subida de la prima de riesgo o un efecto contagio para el conjunto del sistema financiero, parece que de momento no se ha producido ningún impacto negativo al margen de Popular.

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