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Reforma de la zona euro

Bruselas asume la propuesta de Berlín para penalizar la deuda pública

La CE acepta que los bonos dejen "gradualmente" de ser un activo libre de riesgo La iniciativa puede desestabilizar el mercado en España e Italia

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en la reunión del Ecofin del 22 de mayo en Bruselas. / AFP PHOTO / EMMANUEL DUNAND
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en la reunión del Ecofin del 22 de mayo en Bruselas. / AFP PHOTO / EMMANUEL DUNAND

La Comisión Europea se ha rendido a la incesante presión de Berlín y acepta que la deuda pública puede dejar de ser un activo libre de riesgo a efectos de regulación bancaria. La medida, exigida por el Gobierno de Angela Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, como condición para seguir avanzando en la unión bancaria, había sido rechazada hasta ahora por el temor a desestabilizar los mercados financieros y a dañar la capacidad de financiación de países como España o Italia, muy dependientes de la compra de deuda por parte de sus bancos nacionales.

Pero la Comisión acepta que la supresión del riesgo cero en la deuda pública puede ser una reforma adecuada "si se hace de manera inteligente y gradual". El organismo presidido por Jean-Claude Juncker liga el cambio a la posibilidad de introducir en paralelo un "activo seguro" a nivel europeo que permitiría titulizar la emisión de diferentes bonos nacionales.

La claudicación de Bruselas aparece recogida en el documento de reflexión sobre el futuro de la zona euro aprobado hoy por el organismo comunitario.

El texto de hoy se limita, en gran parte, a repetir el calendario de reformas hasta 2025 (creación de un Tesoro europeo, mecanismo presupuestarioi, etc.) planteado en otro fallido informe elaborado hace dos años por los presidentes de la CE, el Consejo, el Parlamento, el BCE y el Eurogrupo. Pero el nuevo documento incluye un trascendental cambio en relación con el debate sobre la limitación de la deuda pública en la cartera de los bancos europeos.

Bruselas acepta que la supresión del estatus de riesgo cero que disfrutan los títulos de deuda pública "podría incentivar a los gobiernos a reducir el perfil de riesgo ligado a sus propios bonos". En el informe de los cinco presidentes, Bruselas sólo contemplaba la posibilidad de fijar un techo al volumen de deuda pública que los bancos pueden tener en su cartera, otra vieja demanda de Berlín.

La Comisión va ahora más lejos y admite también la revisión del tratamiento regulatorio de la deuda, a sabiendas de que sin esa concesión Alemania no permitirá ninguna nueva medida de integración financiera en la zona euro.

La legislación actual exime a los bancos de provisionar las tenencias de deuda pública, que utilizan como un activo libre de riesgo.  Berlín considera que ese tratamiento facilita la financiación de los países sin tomar en cuenta la calidad de sus finanzas públicas.

Italia, por ejemplo, con una deuda de más del 120% del PIB, coloca gran parte de sus bonos entre sus propias entidades. Y el ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha admitido que, en los períodos más agudos de la crisis, presionó a las entidades financieras del país para que acudiesen a las subastas del Tesoro. 

La reforma exigida por Alemania pretende romper el círculo vicioso entre deuda pública y sector bancario. Por un lado, Berlín quiere limitar el volumen de deuda nacional que pueden comprar los bancos de un país. Y por otro, obligar a provisionar esos títulos en función del riesgo de cada Tesoro, lo que previsiblemente llevaría a las entidades a comprar deuda de los países con calificación crediticia más alta en detrimento de otros como Italia o España.

El documento de la Comisión advierte que esos cambios no se pueden introducir de manera drástica porque "probablemente, los bancos reaccionarían reduciendo de manera drástica los tenencias de deuda soberana y esto podría perturbar no sólo el sistema financiero de su país sino también la estabilidad financiera del conjunto de la zona euro".

Bruselas admite, en cambio, una reforma gradual, aunque la supedita a la conclusión de los planes pendientes sobre la Unión Bancaria, bloqueada por la resistencia de Alemania a la creación de un Fondo Europeo de garantía de depósitos. La CE confía en que la penalización de la deuda pública despeje el veto de Berlín, aunque este trueque puede hará temblar a Italia y España.

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