Por qué Michael Jordan sigue siendo el rey de la NBA
Gana más dinero que cualquier jugador en activo gracias a su marca Air Jordan crece a doble dígito y factura 3.000 millones al año
La liga de baloncesto estadounidense, la NBA, atraviesa en la actualidad su punto álgido de la temporada con la celebración de los playoffs. LeBron James, Stephen Curry, Kevin Durant o Isaiah Thomas ponen el espectáculo en las canchas. Pero el dominio fuera de ellas pertenece a alguien que se retiró hace 14 años. Michael Jordan, el mayor astro de la historia de este deporte, es el rey del parqué sin necesidad de tocar un balón.
Todo se remonta a 1984. Entonces, Nike se alió con un veinteañero Jordan formando la sociedad más exitosa del marketing deportivo. Firmaron un primer contrato de 250.000 dólares anuales durante cinco ejercicios, una cifra no muy elevada pero que incluía la creación de la marca de zapatillas Air Jordan. De sus ventas, el deportista se reservaba un porcentaje. Pasado el tiempo, este solo ha jugado a favor de las partes.
Hoy conocida simplemente como Jordan, esta marca bate cada ejercicio su récord de ingresos 33 años después de su creación.Como subrayó Nike en sus últimos resultados trimestrales, sin desglosar los datos, su crecimiento total del 7% en ese periodo vino impulsado, entre otros aspectos, por Jordan. En el ejercicio fiscal 2016 registró unos ingresos de 2.800 millones de dólares, algo más de 2.500 millones de euros al cambio actual, lo que supuso crecer un 18% respecto al año anterior y doblar la cifra que genera Nike, a través de su enseña tradicional, en el deporte de la canasta. En 2015 ya creció un 14% y goza de una cuota de mercado en el ámbito de las zapatillas de baloncesto en EE UU del 64%, más del doble que Nike.
Michael Jordan fue el gran trampolín de esta en los años 80 para acabar de consolidarse en el sector del equipamiento deportivo, en una época en la que Adidas dominaba con puño de hierro. Y una vez retirado, ha sido Nike la que ha engordado las cifras de su cuenta corriente. A día de hoy, Michael Jordan sigue ganando más dinero al año que cualquier jugador de la NBA, incluido la gran estrella de la actualidad, Lebron James. Lejos quedan los 250.000 euros del primer contrato de los años ochenta. Su actual acuerdo es un secreto guardado bajo llave, pero se estima que, del total de ingresos que genera al año la marca Jordan, entre un 4% y un 5% van directamente a su bolsillo. En el ejercicio 2016 fue el equivalente a 120 millones de dólares, 100 en 2015. A eso hay que añadirle sus acuerdos con Gatorade o con la compañía de videojuegos 2K. Según reveló su abogado en un juicio celebrado contra una cadena de supermercados, que le indemnizó con nueve millones de dólares por usar su imagen sin consentimiento, el caché mínimo de Jordan es de 10 millones.
Para el exjugador, ahora dueño de los Charlotte Hornets de la NBA, esto solo es el principio. La marca está aumentando su oferta en ropa de calle y también en otros deportes: Neymar compitió en los JJOO del verano pasado con unas botas Jordan; ha empezado a vestir al equipo de fútbol de la que fue su universidad, Carolina del Norte, y patrocina a uno de los boxeadores más importantes y mediáticos del momento, el kazajo Gennady Golovkin.
Pero seguirá siendo el baloncesto el que impulse su facturación. Además de crecer en la línea femenina, la marca espera aprovecharse del tirón de la NBA en EEUU y del acuerdo de esta con Nike para ser su proveedor oficial. El objetivo es superar los 4.500 millones de facturación en 2020. De ellos, 200 irían para el eterno 23.