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¿Se desvanece el «efecto Trump»?

La Reserva Federal de Nueva York publicó ayer lunes su índice sobre la actividad empresarial en el estado de Nueva York que, inesperadamente, se desplomó en mayo a -1 puntos desde los 5,2 de abril. Esta es la primera lectura en terreno negativo desde octubre del año pasado, un mes antes de las elecciones presidenciales de EE.UU. Este resultado contrasta fuertemente con lo que se anticipaba: + 7. Rápidamente el mercado pareció interpretar que el descenso del índice podría ser una señal de un posible deterioro del sector manufacturero. El índice Empire State de la FED de Nueva York se situó en los 18,7 puntos en febrero, su nivel más alto desde septiembre del 2014, aupado por el resultado electoral y con la esperanza de que el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales, junto con un Congreso controlado por los republicanos, fortalecería la economía dado que todo ello allanaría el camino hacia una reforma impositiva, un mayor gasto en infraestructura y menores regulaciones.

El componente de nuevos pedidos del informe, una medición sobre la futura actividad empresarial, también cayó a 4,4 puntos, el nivel más débil desde septiembre tras una lectura de 7 unidades en abril. Por su parte, el subíndice de empleo bajó dos puntos hasta los 11,9 mientras que el índice de actividad futura (el panorama a seis meses) descendió a 39,3 desde +39,9.

Algo parecido parece estar observándose en otro indicadores. La tasa de actividad, al contrario de lo que la FED parece asegurar, esta muy ligada a la actividad económica y, por extensión a las mayores expectativas de creación de empleo que al envejecimiento de la población. Tras varios meses de recuperación, coincidiendo con las elecciones presidenciales americanas, la tasa de actividad en el último dato de empleo vuelve a flaquear: se situó en el 62,9 %, prácticamente estable. Los desempleados de larga duración, que son los que llevan más de 27 semanas sin trabajar, se situaron en abril en 1,6 millones, cantidad que representa el 22,6 % del total de personas sin empleo en el país.

A las señales de debilidad mostradas por los datos del empleo en abril hay que añadir la evolución del PIB en el primer trimestre de 2017, cuando creció a una tasa anualizada del 0,7 %, la peor en tres años. Si bien la Fed remarca que "los fundamentos económicos que sostienen el crecimiento continuado en el consumo siguen siendo sólidos" y pronosticó que "la actividad económica seguirá expandiéndose a un ritmo moderado", el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, reconoció esta semana que "probablemente" tome dos años alcanzar la prometida tasa de crecimiento anual del 3 %, una vez se apruebe la reforma fiscal, se avance en la agenda de desregulación financiera y se mejoren los acuerdos comerciales.

El precio del petróleo.

A pesar de ello, Wall Street termina la jornada de ayer registrando nuevos máximos del S&P 500 y el Nasdaq apoyado por la recuperación del petróleo. El precio del crudo rebotó ayer más de un 3% tras el anuncio en Beijing de los ministros de Energía de Arabia Saudita, Khalid al Falih, y su homólogo ruso, Alexander Novak, de un acuerdo conjunto para que el recorte de la producción se extendería desde mediados de este año hasta finales de marzo de 2018. Este ajuste entró en vigor en enero de este año, a partir del acuerdo adoptado el 30 de noviembre pasado por la OPEP y al que se sumaron otras naciones no integradas en el cártel energético, como Rusia. Asimismo, confirman que intentarán convencer al resto de miembros de la OPEP para que apoye la medida en su reunión del próximo 25 de mayo.

Queda por demostrar que ambos (o la OPEP) no hayan perdido el control del precio del petróleo ante el avance de otras tecnologías y, con ello, la capacidad para decidir la oferta mundial de producto.

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