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Opinión

El desmantelamiento de Castor y otras claves del día

El MIT aconseja desmantelar el proyecto Castor...y Energía encarga dos informes más Los tres 'zascas' de la carta de Javier Fernández a Pablo Iglesias

Ana Patricia Botón, presidenta de Banco Santander.
Ana Patricia Botón, presidenta de Banco Santander.EFE

El MIT aconseja desmantelar el proyecto Castor...y Energía encarga dos informes más

El MIT ha recomendado finalmente el cierre del almacén de gas Castor, tras concluir que la falla de Amposta se movió en 2013 como consecuencia del primer llenado de combustible de la nueva planta. El Gobierno va a encargar un estudio de ingeniería sobre el desmantelamiento y, en función de este, otro que determinará si se desguaza o se mantiene en hibernación. La factura del cierre para: unos 15 millones anuales por mantenimiento, que se suman al coste del rescate financiero, 1350 millones, más intereses.

Los tres zascas de la carta de Javier Fernández a Pablo Iglesias

No está en el Diccionario, pero Fundéu ya admite la palabra zasca : significa “réplica cortante, rápida y a menudo ofensiva”. Javier Fernández, presidente de la gestora del PSOE, ha remitido una carta sin desperdicio a Pablo Iglesias en que rechaza la moción de censura a Rajoy. Fernández explica que ya le hizo saber su postura y no va a reiterarla:“Si todavía no lo has entendido creo que va a ser inútil”. Se defiende de los reproches al PSOE por permitir la investidura de Rajoy recordando que Podemos se negó a apoyar un Gobierno de Sánchez. “Tengo la sensación de que pretendes regresar como salvador a la escena del crimen”. Y dedica una posdata a sugerir a Iglesias que influya en Melenchon, líder izquierdista francés incapaz de pedir el voto a Macron contra Le Pen. Porque ahí “la neutralidad es otro nombre de la complicidad”. Una carta, tres zascas.

La frase:

¿Cuando un referéndum se gana en Suiza o Dinamarca por poco margen, se cuestiona el resultado? No. Pues en Turquía tampoco.

Ahmet Aydin, presidente en funciones del Parlamento turco

¿Desaparecerá la empresa tradicional con la subcontratación de la era digital?

En un momento en el que el teletrabajo está a la orden del día gracias a las facilidades que da internet y el coste de subcontratar trabajadores independientes por todo el globo ha caído a mínimos, algunos expertos se preguntan si aún tiene sentido la existencia de la figura de la empresa convencional. Sin embargo, si desaparece, ¿quién se hará cargo del gasto, cada vez mayor, de la formación de los perfiles hiperespecializados que se demandan?

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