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Unión Europea

El Ecofin da largas a la propuesta de crear un ‘banco malo’ europeo

Berlín se niega a dar una solución europea a la morosidad acumulada en la crisis Bruselas se limia a ofrecer ayuda legal para que cada país gestione sus préstamos fallidos

El ministro de Finanzas de Malta, Edward Scicluna, junto a su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble.
El ministro de Finanzas de Malta, Edward Scicluna, junto a su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble.DOMENIC AQUILINA (EFE)

Malta ha acogido hoy lo que podría calificarse como la primera cumbre europea a nivel ministerial sobre préstamos fallidos. Y a juzgar por el pobre resultado, cabe imaginar que no será la última.

Los ministros de Economía de la UE descartan, por ahora, la creación de un banco malo europeo, una iniciativa que cuenta con el rechazo frontal de Berlín por temor a que suponga una cierta mutualización de las pérdidas acumuladas. Los ministros apenas han logrado pactar una estrategia general para intentar acelerar la limpeza de activos, pero el plan parece insuficiente para lidiar con más de un billón de euros en préstamos fallidos y una tasa de morosidad (5,4%) que triplica la de EE UU (1,7%) y que en 10 países de la UE supera todavía el 10%.

"Se trata de un problema que golpea más a unos países que a otros y hay que buscar una solución que sea asumible por todos", señaló al término de la reunión Edward Scicluna, ministro maltés de Finanzas y presidente semestral del Ecofin (consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE). "Por supuesto, queremos resolver el problema, pero es complicado", añadió.

El Ecofin dedicó buena parte de su reunión informal en la isla mediterránea a debatir sobre las posibles soluciones a una de las peores herencias de los 10 años de crisis financiera que ya suma el Viejo Continente.

La mayoría de los ministros admitieron que los préstamos fallidos lastran el crecimiento, merman la rentabilidad del sector bancario y ponen en peligro la viabilidad de las entidades más dañadas.

Pero ese consenso sobre el diagnóstico no se traduce, al menos de momento, en una solución europea, más allá de una estrategia basada en que cada país resuelva por su cuenta su propio problema de morosidad.

La Comisión Europea se muestra dispuesta a asesorar a los Estados más afectados en la creación de sus propios bancos malos. Y a colaborar en el desarrollo de un mercado secundario para la cartera de préstamos dudosos a través de medidas que mejoren la transparencia sobre la valoración de esos activos. Pero nadie en Malta parece convencido de que esos parches vayan a liberar a la banca europea del lastre que soporta.

“Dada su magnitud, el problema de los prestamos fallidos no se va a resolver por sí mismo, ni siquiera en un contexto de recuperación económica”, reconoce el documento de base del Ecofin, elaborado por Malta, país que preside durante este semestre la UE.

El vicepresidente de la Comisión y responsable de Mercados financieros, Valdis Dombrovskis, también alertó en la isla de que “si no aceleramos la limpieza de activos, harán falta otros10 años para deshacerse de los préstamos fallidos acumulados”.

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, según sus siglas en inglés) ha propuesto la creación de un gran banco malo europeo, en el que podrían descargarse hasta 250.000 millones de euros en préstamos fallidos. La iniciativa cuenta con el apoyo del Banco Central Europeo. Pero el plan tendrá que esperar, al menos, hasta que pasen las elecciones generales del 24 de septiembre en Alemania.

Hasta entonces, Bruselas impulsará reformas que permitan acelerar la limpieza de los balances bancarios. La más importante, ya en marcha, es la de modernizar la normativa sobre insolvencia, reestructuración y liquidación de deudas, para acortar plazos y aumentar los índices de recuperación para los acreedores.

El departamento de Dombrovskis también sopesa armonizar las normas de licencia para los inversores especializados en compra de activos tóxicos, con el doble objetivo de que se desarrollen en Europa (en la actualidad, la mayoría son estadounidenses) y de que puedan operar en varios países a la vez. Bruselas también estudia una mejora de la normativa que regula la transferencia de préstamos fallidos a esos potenciales inversores. Y a más largo plazo, la viabilidad de un banco malo. Si Berlín lo permite.

 

Liberar medio billón en crédito

 

La resolución del problema de los préstamos fallidos permitiría aumentar el crédito disponible en “hasta 500.000 millones de eruos en los próximos años”, según las cifras  del vicepresidente de la CE, Valdis Dombrovskis.

Los países más dañados por el lastre de la morosidad son Grecia y Chipre, con una tasa de impago del 47%; Portugal, con el 19%; Italia, 16%; e Irlanda, 15%. Grecia, Portugal e Italia son, además, los únicos países de la UE donde la morosidad sigue aumentando.

 

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