Oliu dice que la “incertidumbre jurídica” encarece las hipotecas
Ve “muy positivo”, pero insuficiente, el aumento de inversión en infraestructuras catalanas
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ha descartado que la entidad pueda ahora llevar a cabo una compra o fusión. Considera que el reto actual es la rentabilidad y la aún creciente regulación, que junto a las incertidumbres jurídicas sobre todo en materia hipotecaria, está provocando un aumento de los costes y precios para el consumidor.
Oliu considera que la incertidumbre jurídica existente en la actualidad en el mercado hipotecario como consecuencia de las sentencias jurídicas por las cláusulas suelo contrarias a la banca, como la de los gastos de la constitución de estos créditos para vivienda ya ha comenzado a tener sus repercusiones para los clientes. “Es peor el remedio que la enfermedad”, ha explicado en una comida con la prensa preliminar a la junta de accionistas de la entidad que se celebra el jueves.
El banquero explicó que estas sentencias están influyendo en un aumento de las provisiones bancarias destinadas a las hipotecas, lo que, en consecuencia, se verá reflejado en el “coste de las hipotecas para los ciudadanos”.
El banco, de hecho, ha cuantificado lo que se han encarecido el precio de las hipotecas entre los diferenciales y las comisiones, y lo sitúa en una media de 40 puntos básicos algo desde de que se hizo pública la sentencia europea contraria a las cláusulas suelo de la banca española, según precisó el director de banca comercial de Sabadell, Carlos Ventura. Este encarecimiento del precio de las hipotecas supone, según las mismas fuentes, entre un 15% a un 20% más que a finales del pasado ejercicio.
A ello, hay que sumar también el incremento de la regulación del sector financiero de los últimos años y que “aún no se ha estabilizado”, con un aumento de las reclamaciones de los ratios de solvencia como protagonistas, lo que influye directamente en la rentabilidad de las entidades. “Estos costes acabarán trasladándose a los consumidores”, explica Oliu, quien añadió que una cauda de que en 2016 el banco no pudiera cumplir con sus objetivos de resultados fueron las provisiones que realizó el banco por las cláusulas suelo.
El banquero aseguró que pese a contar en breve con 1.000 millones más por la venta de la filial estadounidense de Sabadell, que se firmará en los próximos meses, la entidad aprovechará este dinero no para realizar compras sino para fortalecer su solvencia, rentabilidad y dividendo.
“No hay ninguna operación de compra ni en España ni en Reino Unido. Lo que vamos a hacer es reforzar nuestro capital”, reiteró, para añadir que tampoco prevén realizar compras ahora en México.
A la pregunta sobre su posible interés por adquirir Banco Popular o la filial española de Deutsche Bank, Oliu insistido en que ahora no estaba interesado, entre otras razones porque solo haría una operación de compra si la operación resultante fuera acreativa, es decir, que crease valor para el accionistas sin aumentar los riesgos del banco y sin llevar a cabo una ampliación de capital.
Preguntado sobre si sentía la amenaza de una posible compra de Sabadell por parte de Banco Santander, el banquero, en un tono sarcástico, como responde en muchas ocasiones aseguró “desde hace 10 años no siento el aliento de nadie detrás de la nuca”.
Oliu, como ya lo hiciera hace unos días el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, afirmó que el sector financiero ya “ve la luz al final del túnel”, aunque matizó que “todavía llevará años” poner fin a la lacra de los activos inmobiliarios. Eso sí, ya se percibe una estabilidad en los balances al no aumentarse la entrada de más activos improductivos.
“El gesto de Rajoy con Cataluña es positive, pero no suficiente”
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, fue, como casi siempre, muy claro. Considera “muy positivo” el anuncio de inversiones en infraestructuras en Cataluña anunciado este martes por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aunque aseguró que el Ejecutivo central tenía que haberlo hecho antes, hace cinco años, para añadir que esta comunicación será más positiva cuando empiece a ponerse en práctica. El directivo, además, considera que hacen falta más gestos.
“Con sólo esto no se arregla la tensión que hay aquí, hay que seguir, pero van por el buen camino, de ver que Cataluña forma parte de las prioridades del Estado Español”.
Oliu explicó que “estamos en un entorno en el que la economía española y la catalana pueden crecer a buen ritmo durante dos años, vale la pena que nos pongamos a trabajar en estas cosas y nos olvidemos de otras que no tienen un efecto nmediato sobre nuestro bienestar”