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Mercados

Wall Street: las dudas sobre las políticas de Trump castigan a la banca

El selectivo español llegó a subir un 1,18% en la sesión y cerró en tablas

Operadores de la bolsa de Nueva York analizan operaciones en Nueva York, Estados Unidos.
Operadores de la bolsa de Nueva York analizan operaciones en Nueva York, Estados Unidos. EFE

La euforia que inundó a las Bolsas europeas se esfumó en menos de media hora. El Ibex 35 no permaneció al margen de este comportamiento y pasó de subir un 1,18% en la sesión a concluir en empate. El selectivo no revalida sus máximos anuales pese a que a lo largo de la jornada se alzó con los 10.300 niveles que, por instantes, devolvieron al índice a máximos de noviembre de 2015 gracias al tirón que llegó a experimentar el sector bancario

La razón de las caídas registradas a última hora hay que buscarla en Estados Unidos. Allí muchos inversores empiezan a poner en duda la capacidad del presidente Donald Trump de sacar adelante sus iniciativas. La primera prueba de fuego llegará el jueves. Ese día el Congreso deberá votar el proyecto sanitario de la nueva Administración, que tiene como objetivo acabar con el legado de su antecesora. De no conseguir el favor de los congresistas, empezaría a tambalearse la futura reforma tributaria y el gasto en infraestructuras, los pilares del programa económico del candidato republicano para acelerar el crecimiento de la primera economía del mundo.

En este contexto el efecto Trump, que ha servido de catalizador a los mercados, se diluye. Las caídas registradas por los índices de referencia de Wall Street, poco después de que el Nasdaq revalidara sus máximos históricos, tuvieron su réplica en el resto de Bolsas europeas. De nada sirvió la tranquilidad política que empieza a respirarse en Europa. La victoria de Emmanuel Macron en el primer debate presidencial devolvió durante gran parte de la sesión la estabilidad a los mercados.La candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, se situó en el tercer puesto, empatada con François Fillon, algo que sigue la tendencia de los últimos sondeos sobre intención de voto que estiman que la ultraderechista no pase a la segunda vuelta.

A pesar de esto, los principales índices europeos fueron incapaces de concluir la jornada en positivo. El Dax alemán se dejó un 0,75%; el Cac francés, un 0,19%, el Mib italiano retrocedió un 0,25% y el Euro Stoxx, un 0,23%. Por su parte, el FTSE británico cayó un 0,69% en una jornada marcada por la publicación del IPC de febrero que subió al 2,3%, por encima de las previsiones del mercado (2,1%). Este dato refuerza las hipótesis de subida de tipos. La semana pasada el Banco de Inglaterra dejó la puerta abierta a una subida de los tipos en el corto y medio plazo.

Al otro lado del Atlántico, los tres índices de Wall Street registraban caídas superiores al 1%. De hecho, el sector financiero llegó a caer un más de un 2,5%, su mayor caída intradía en dos meses ante el temor a que no se ponga en marcha la desregulación prometida. Firmas como Bank of America, Goldman Sachs o JPMorgan registraron descensos que oscilan entre el 5,8% y el 3%.

Pero las dudas que existen entre los inversores de EE UU no se limitan a la capacidad de Trump para sacar adelante su programa en el Congreso, sino que se amplían a las declaraciones vertidas por algunos miembros de la Reserva Federal. Si la semana pasada, la presidenta del banco central estadounidense reafirmó su postura de subir los tipos tres veces este año (una de ellas tuvo lugar la semana pasada, cuando el precio del dinero pasó a situarse entre el 0,75% y el 1%), el lunes el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, apostó por cuatro. Es decir, tres incrementos adicionales en los próximos meses. No obstante, según el consenso del mercado, no será hasta junio cuando la Fed empieza a analizar la posibilidad de nuevas alzas del precio del dinero.

Aunque las Bolsas se dieron la vuelta en la recta final de la sesión, el euro mantuvo la fortaleza registrada a lo largo del día y al cierre de Europa se anotaba más de un 0,5%, situándose en los 1,08 dólares, zona de máximos anuales. La debilidad de la divisa estadounidense, unida al retroceso de los populismos en el Viejo Continente sostienen estos ascensos. De hecho, Citi abandonó el lunes su previsión de una igual euro-dólar para este ejercicio.

La rentabilidad del bono español bajó del 1,834% al 1,815% mientras el bund alemán se mantuvo estable en el 0,459% y la prima de riesgo bajó cinco puntos básicos, hasta los 135.

El Brent, por su parte, retrocede un 1,45%, hasta los 50,95 dólares. Los inversores especulan con la posibilidad de que la OPEP llegue a un acuerdo para prolongar sus recortes a fin de poner freno a la sobreoferta.

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