Miguel Ángel Jiménez: “Los políticos no quieren que se les vea jugando al golf”
Lleva 35 años en el circuito profesional del golf, y todavía está lejos de abandonar.
Hay deportistas que, además de poseer un talento excelente para desarrollar su actividad, añaden una personalidad y un carisma con el que consiguen ganarse el cariño de la afición. El golfista Miguel Ángel Jiménez (Málaga, 1964), conocido en el circuito y entre los aficionados como El Pisha, reúne todos esos ingredientes. Más de 20 títulos en el circuito europeo o cuatro Ryder Cup, siendo vicecapitán de Seve Ballesteros en la edición de 1997, relucen en su palmarés. En pleno desarrollo del PGA Tour Championship de EE UU, el circuito americano para jugadores de más de 50 años, abre un hueco para apoyar la celebración de Unigolf, la primera feria temática de Ifema dedicada a este deporte y que se celebrará Madrid en abril. Siempre de cara, sin mensajes ambiguos. Y, a poder ser, disfrutando de un puro habano, dentro y fuera del campo.
Pregunta. ¿No se le agota la motivación?
Respuesta. ¿Cuánta gente hay que pueda vivir haciendo lo que más le gusta? No mucha. Yo tengo la suerte de haber conocido el golf y haberme metido de lleno en él. Me lo ha dado todo. Estoy haciendo lo que me gusta, y quizá por eso tengo 50 años y sigo jugando en el circuito. Sí, te cansas de viajar, no me gusta volar, y llevo 30 años recorriéndome el mundo. Pero la competición es lo que me mueve. Es una droga. Hacer lo que te gusta en la vida no tiene precio.
P. ¿Cómo ha cambiado el deporte y el negocio del golf en estos años?
R. Mucho. Cuando yo empecé jugaba con un palo de madera y una bola barata. Todo va avanzando, ahora hay ingenieros, técnicos, diseñando los palos y los materiales, porque cada jugador necesita su palo, su bola, su guante, su carrito... Aunque haya crisis, es un deporte en el que siempre hay movimiento. Ahora el golfista es un atleta, se ha profesionalizado muchísimo. Yo no he hecho tanto deporte como en los últimos diez años, porque si quieres estar a la altura, y ser competitivo, tienes que mantenerte, y necesitas hacer más ejercicio. 53 años no son 25.Es lógico.
P. Suele asociarse al golf con estatus social. Usted es hijo de albañil. ¿Es caro practicar este deporte?
R. Si uno calcula las veces que puede jugar a la semana, lo que cuestan los materiales, las clases, y lo divide a lo largo del tiempo, el golf es más barato que muchos deportes. El esquí es caro, pescar, también esta nueva afición a los drones. Sí, el golf puede ser más caro que otros deportes, pero no se puede hablar de elitismo, ni de historias de estas. Requiere más tiempo, un aprendizaje más largo, pero desde el primer día que coges un palo disfrutas intentando poner la bolita donde quieres. Y no necesitas a nadie para jugar si no te apetece.
P. ¿Tiene mala imagen el golf?
R. A los que tienen una visión negativa les diría que vayan a Inglaterra, a EE UU, a Japón, y vean lo que es el golf. Aquí nunca ha sido el deporte favorito de los políticos, y se esconden de jugarlo porque no quieren que les vean. Pero, ¿qué deportes han dado tantos éxitos a España como este? Severiano, Olazábal, Sergio García.. Todos autodidactas e independientes.
P. El tenis sí ha conseguido llegar al gran público...
R. Quizá sea una cuestión de tiempo, o quizá sea porque los políticos sí lo juegan. Recomiendo a la gente que se acerque a una escuela de golf. En la mía [la Miguel Angel Jiménez Golf Academy, en Torremolinos, Málaga], tengo jubilados que no salen en todo el día del campo. ¿Sabe lo que cuesta al cabo del año? Tengo un green fee con vueltas y bolas ilimitadas y pagan 900 euros al año. Les sale a menos de tres euros al día.
P. Este año no habrá Open de España por falta de financiación. ¿No hay empresas para patrocinar el golf?
R. Imagino que todo tiene un retorno, si pones un dinero y lo que obtienes es nada, no lo haces. Si inviertes y no hay incentivos fiscales, como hay en EEUU, es más difícil. En España se ha pasado de cinco o seis torneos al año, de ser motor de la economía por lo que mueve en el turismo, a un torneo.
P. Usted organizó el Open de Andalucía durante seis años. ¿Cómo fue aquella experiencia empresarial?
R. Tenía un presupuesto cortito, con el apoyo de la Junta de Andalucía. Al final acabábamos perdiendo algo, pero en la última edición se fue un patrocinador a última hora y acabamos haciendo el torneo porque había dado mi palabra. Perdí mucho dinero y ahí se acabó. Si alguien quiere, Miguel Ángel Jiménez le organiza un torneo magnífico, pero con el dinero en los dientes.
P. Mantiene la academia y su circuito. ¿Piensa extender sus iniciativas empresariales?
R. Me quedo donde estoy. Tampoco soy dios y no puedo llevar el golf a todo el mundo. Me gustaría que otros profesionales o entidades hicieran lo mismo. Sobre todo, quiero acercarlo a los niños, son el futuro. El golf les ayudará a que sean buenos profesionales, o buenos amateurs, o buenos doctores o abogados, incluso hasta buenos políticos, que hacen falta. Es didáctico.
P. El que quiera dedicarse profesionalmente al golf, ¿debe irse a EEUU?
R. Es donde puedes aspirar a ello y, a la vez, formarte. Es importante que los jóvenes se preparen, yo no tuve esa oportunidad porque había que trabajar y comer. Pero es importante que la juventud tenga algo donde agarrarse si el deporte no acaba siendo lo suyo.
Sobre la firma
