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Empresas

Los concursos de acreedores caen a su dato más bajo desde 2008

El alza de la economía y los tipos de interés a la baja empujan a la baja las empresas concursadas

Concursos de acreedores
Belén Trincado

Una economía en crecimiento crece en España y unos tipos de interés bajos en la banca están empujando a la baja el número de empresas que entrar en situación de concurso de acreedores. El pasado año, solo 4.080 compañías se adhirieron a este procedimiento, lo que supone un 20% menos que en el ejercicio anterior y la cifra más baja desde 2008.

Este dato supone reducir a la mitad el de 2013, cuando se alcazó el récord con más de 9.000 concursos, aunque sigue siendo muy superior a la alcanzada en 2006, cuando se produjeron apenas 927. El descenso del año pasado se suma al de 2015, cuando cayó un 24% y al de 2014, que retrocedió un 28% desde máximos, según las estadísticas del INE.

Sin embargo, pese a la tendencia a la baja de estos años, Carlos Pavón, socio director de Iure Abogados, bufete especializado en concursos, descarta que se vaya a volver a los datos precrisis. “La evolución a partir de ahora será bastante estable, habrá meses peores y meses mejores, pero no se va a reducir mucho más”, señala. De hecho, en el último trimestre del pasado ejercicio en algunas comunidades hubo repuntes en el número de concursos, como Navarra, La Rioja o Baleares.

Pavón defiende que antes del “colapso” que se produjo durante la crisis, era una herramienta “prácticamente desconocida” y que actualmente se ha convertido en “una alternativa más interesante para la empresa que una refinanciación”. La actual Ley Concursal fue reformada en 2015 y se añadieron herramientas para facilitar que las empresas viables pudieran mantener su actividad tras el convenio de acreedores.

Son muchos los grandes concursos que se han visto en los años más duros de la crisis, especialmente los ligados al ladrillo, como Martinsa Fadesa, el mayor hasta la fecha, Reyal Urbis o Habitat. Pero también en otros sectores, como Pescanova o, ya en el pasado año, Blanco, que ha acabado en un proceso de liquidación.

En la actualidad, Pavón cree que las causas para el concurso han cambiado respecto a las de antes. “Hace unos años las empresas entraban en este procedimiento por culpa del freno en el crédito por parte de las entidades financieras y las limitadas vías de financiación, ahora está más ligado a la evolución de su propio negocio, como empresas cuyos productos se quedan desfasados o que no pueden frente a la competencia”, señala Pavón.

La estadística del INE pone de relieve que los concursos afectan especialmente a las pymes. El 57% de las empresas tenían menos de cinco empleados. Además, el 37% de las afectadas factura menos de 250.000 euros al año y el 60% de las sociedades que se adhirieron a este procedimiento tenían ingresos inferiores al millón de euros. Solo el 20% de las concursadas facturaba más de 5 millones.

El abogado considera que las empresas más pequeñas están más expuestas a llegar a concurso de acreedores por la dificultad que tienen de negociar con los bancos, frente a las grandes empresas, más proclives a llegar a acuerdos de refinanciación con las entidades antes de llegar a este procedimiento, como se ha visto en el caso de Abengoa. Por ello, defiende que ya no se verán tantos grandes procesos como durante la crisis, aunque advierte que “todavía hay algunas cotizadas en riesgo”.

Ell 52,1% de los concursos se concentraron en Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. En todas las regiones se produjo un descenso notable, salvo en Ceuta, donde pasaron de uno a cuatro procesos concursales. Los mayores descensos se produjeron en Castilla-La Mancha (-43%), Asturias (-33%) y Comunidad Valenciana (-27%).

Comercio y construcción acaparan el 40%

El sector que registró más concursos durante el pasado ejercicio fue el comercio. En concreto, 856 empresas con esta actividad presentaron concurso, seguida por la construcción, con 739 compañías. Ambas acapararon casi el 40% del total de procedimientos de este tipo. Todas las actividades económicas tuvieron durante el pasado ejercicio un descenso de doble dígito respecto a 2015.

 

El estudio señala además que el segmento de empresas más afectadas el pasado ejercicio por este procedimiento fueron aquellas con más de 20 años de antigüedad. Entre estas empresas más longevas que han entrado en concurso destacan especialmente las dedicadas a la industria y la energía, seguidas por el comercio y la construcción.

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