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Quien pierde (escaños) gana y quien gana (escaños) pierde.

La Reserva Federal subió ayer en un 0,25% los tipos de interés para situarlos entre el 0,75-1,00%, un nivel históricamente todavía muy bajo. La decisión era ampliamente esperada, y es la primera con Trump como presidente, dado que en el anterior ajuste de diciembre todavía no había sido investido el líder republicano. La medida anunciada por el FOMC y su presidenta como un voto de confianza en la recuperación económica supo a poco. No solo sorprendió la disensión de Kashkari (votó por mantener tipos) sino que también el ritmo de subida de tipos que parecía desprenderse de las recientes declaraciones de los miembros del FOMC.

En la anterior, la decepción fue total ya que la FED no ha variado en lo más mínimo sus proyecciones económicas ni de tipos de interés. Para este año espera otras dos subidas graduales de tipos, que se situarían alrededor del 3% en 2019. Además prevé que el crecimiento del PIB siga siendo “moderado” (+2,1%) en los dos próximos años y al tercero caer al 1,9%, muy lejos del 4% ambicionado por Trump. Yellen recoge que no se ha tomado en cuenta el impacto potencial de los planes de la Administración ya que “...hay una gran incertidumbre sobre plazos, tamaño y contenido...".

Por otro lado, el partido del primer ministro Rutte (VVD) alcanzó una rotunda victoria, al menos contra las encuestas, al lograr 33 de los 150 escaños en disputa. Perdió 8 escaños con respecto a 2012. Por el contrario, el partido de Wilders se quedó muy lejos de sus aspiraciones, y eso le sitúa en el lado perdedor. Aunque aumento en 5 los escaños hasta los 20, se queda muy lejos de los 25 que apuntaban los sondeos. Wilders quedó segundo a sólo un escaño de los demócrata-cristianos del CDA y los centristas Demócratas 66, los dos con 19 escaños. Estos resultados son un enorme alivio para otros gobiernos europeos que afrontan una ola de nacionalismo y ello se ha hecho notar en la cotización del EUR que alcanza ya niveles por encima de los 1,07 USD/EUR.

Una de las grandes sorpresas de la elecciones, es el partido de los verdes liderado que gana escaños de manera importante ha logrado superar al partido tradicional en más de seis escaños. Donde no quedaron dudas sobre el resultado (pierden escaños y pierden «a secas») fueron los socialdemócratas de PdVA. El partido liderado por Asscher, en coalición durante la pasada legislatura con el partido de Rutte, ha sufrido una debacle histórica: han pasado de 38 escaños a sólo nueve. Incluso algunos ven en riesgo incluso la propia existencia del partido.

Los votantes holandeses parecen querer castigar el acuerdo de Asscher para entrar en el gobierno en coalición con sus principales enemigos políticos: los liberales de Mark Rutte. Pese a insistir (y llevarlo en su programa de las elecciones del 2012) en "poner un punto y final" a la austeridad y a los recortes, acabaron apoyando las medidas contra la crisis de sus socios en el gobierno: se produjo un aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años, se mantuvieron los recortes y tuvieron que abandonar la mayoría de sus medidas de carácter social. La vertiente más radical de los socialistas, logra incluso sobrepasarles al alcanzar los 14 escaños, cinco más de los anteriormente exultantes socialdemócratas. ¿Les viene a la mente algo?

El nivel de participación (81%) fue el mayor en 30 años lo que supone una prueba del interés, y con ello de la validez de los resultados, que había despertado entre los holandeses la propuesta de Wilders de emprender un camino nacionalista, antiglobalización y contra la inmigración.

Por contra, ayer Weidmann (Presidente del Bundesbank) instó a los miembros del G20, que se reunirán el viernes y el sábado en la ciudad alemana de Baden-Baden, a seguir comprometidos con el principio de mercados abiertos y comercio transfronterizo. Y esta mañana se ha sabido que el gobierno alemán parece presiona a los integrantes del G20 para que acepten una serie de principios, entre los que se encuentra el libre comercio, en un claro reto a los postulados defendidos por Trump, al que verá las caras directamente en la reunión.

Se logra frenar en Europa la "primavera nacionalista" (como ya se logró en Austria el año pasado), pero el imbricado calendario electoral europeo no nos permite aventurar que haya sido derrotado del todo. Quedan Francia y, lo que es más importante, Italia (tiene pendientes unas elecciones generales antes de la primera mitad del 2018).

Lo que parece que empieza a ponerse de manifiesto es que los eslabones débiles del cambio estructural al que nos enfrentamos han decidido emprender el camino de nacionalista y la antiglobalización. Para adivinar de países se trata, vean los recientes resultados de las citas electorales. Desprecien los datos económicos (inservibles, confusos y diseñados para otros entornos) pero sobretodo los análisis de los que siguen mirando al futuro a través de retrovisor.

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