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Ayudas del Estado a nuevos autónomos

Tarifa plana para autónomos: ¿pan para hoy, hambre para mañana?

Según Inés Mazuela, secretaria general de UPTA-A, una buena parte de los autónomos que se han beneficiado de la tarifa plana, no pueden continuar cuando se terminan las bonificaciones.

Desde que se puso en marcha la tarifa plana de 50 euros de cotización a la Seguridad Social para nuevos autónomos, casi un millón de emprendedores se han beneficiado de la medida. Según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Andalucía, Cataluña y Madrid son las Comunidades Autónomas con más beneficiarios de esta bonificación.

Se trata de una de las medidas estrella aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013, dentro de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, para los emprendedores menores de 30 años, y que, posteriormente, amplió su ámbito de aplicación a todos los nuevos autónomos independientemente de su edad.

Sin embargo, algunos expertos consideran que la aclamada medida está provocando un emprendimiento irreal que no resuelve los verdaderos problemas de los trabajadores autónomos. Es el caso de la secretaria general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Andalucía (UPTA-A), Inés Mazuela Rosado, que afirma que este tipo de medidas deben estar enfocadas a favorecer y consolidar el empleo autónomo ya existente “antes de incitar a hacerse autónomo con la finalidad de enmascarar las cifras del paro”, según asegura en un artículo publicado en agendaempresa.com.

Sólo en Andalucía, 190.000 personas se constituyeron como trabajadores por cuenta propia entre septiembre de 2013 y diciembre de 2015, pero el crecimiento neto del colectivo en ese periodo no llegó a los 27.000 autónomos. Para UPTA, estos datos constatan que la mayor parte de los beneficiarios de la tarifa plana, en cuanto dejan de serlo, también dejan de ser autónomos.

Según Inés Mazuela, la medida de la tarifa plana no es adecuada para la consolidación de los negocios, sino que “está provocando que muchas personas inicien actividades a la desesperada” al verse excluidos del mercado laboral y, cuando terminan las bonificaciones, no son capaces de hacer frente a sus obligaciones fiscales y a otros obstáculos que dificultan el empleo autónomo.

Como solución, UPTA propone supeditar la ampliación de las bonificaciones a la viabilidad de los negocios y a la creación de empleo, analizándola transcurrido el primer año de actividad. Además, reclaman que se contemple el trabajo autónomo a tiempo parcial y que la prestación por cese de actividad sea realmente efectiva para este colectivo.

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