El petróleo cae a mínimos de noviembre, ¿qué pasa?
El Brent cae un 7% en tres jornadas consecutivas en negativo
El mercado del crudo está perdiendo la paciencia. Después de más de tres meses de alzas que rompieron la tendencia bajista de los últimos años, el precio del oro negro encadena tres jornadas continuadas a la baja hasta marcar mínimos no solo del año sino desde noviembre de 2016. El barril de Brent cae un 1,73% y se intercambia por 52 dólares. Un dato que se suma a los fuertes descensos de este jueves —un 5,03%—, la mayor caída intradía desde febrero de 2016. Hasta el 7 de marzo, el barril de referencia en Europa se ha revalorizado un 10,8%.
Los descensos de los últimos días evidencian la desconfianza que existe en el mercado sobre el cumplimiento del acuerdo al que llegaron los miembros de la OPEP el 30 de noviembre para recortar la producción, el primero desde 2008. Según lo pactado, los estados acordaron reducir su producción en 1,2 millones de barriles diarios durante la primera mitad del año.
El primer mes del año todo parecía indicar que el acuerdo previsto hasta junio iba viento en popa. Los datos publicados evidenciaban un cumplimiento del 93% de lo planificado y algunos miembros, incluso superaban el objetivo fijado. Las cifras aportadas por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) evidenciaban que los estados miembros habían implementado alrededor de la mitad de sus recortes. La OPEP estaba reduciendo activamente la producción y a ella se sumaban otros países al margen de la organización como Rusia o México.
Sin embargo, ahora empiezan a aflorar las dudas sobre si este pacto es suficiente para ajustar los stocks de crudo mundiales. El ministro del petróleo Saudí, Khalid Al-Falih, afirmó que el recorte en la producción estaba siendo más lento del acordado por la OPEP y abrió la puerta a que los recortes se extiendan también en el segundo semestre. Tanto es así que, desde Link Securities apuntan a que los países de la OPEP se vuelvan a reunir en mayo para extender estos recortes. El objetivo: adaptar la oferta a la demanda e impedir nuevos descensos en el precio del oro negro. De nada ha servido que Rusia anunciara esta semana que reducirá su producción en 300 barriles al día, en línea con los términos del acuerdo.
Con esta ralentización en los recortes de la producción del crudo, el político saudí se refería a Estados Unidos. La recuperación vivida por el precio del petróleo ha incentivado a los productores estadounidense a recurrir al fracking. Con un barril por encima de los 40 dólares retomar esta técnica empieza a ser rentable. De hecho, semana a semana el gigante norteamericano amplía sus reservas. Son ya nueve semanas consecutivas de ascensos. Esto traslada los descensos del barril de Texas que cae un 2,29% hasta los 49,13 dólares. Unos números rojos que se han extendido a lo largo de la semana, que han hecho al crudo de referencia en EE UU un 7,44%.
Lejos quedan ya los mínimos del año pasado cuando el Brent perforó los 28 dólares ante las dudas del crecimiento de China, pero sobre todo, después de que Irán retomara las exportaciones de crudo. El levantamiento del veto internacional a las exportaciones de Teherán se produjo meses después de que el Gobierno iraní pusiera fin a su programa nuclear. A partir de ese momento las tensiones entre Arabia Saudí e Irán por mantener su cuota en el mercado, embarcó a ambas potencias a una lucha por ganar presencia y aumentar su producción diaria pese a que muchos otros países como Venezuela cuyo ingresos dependen del mercado petrolífero instaban a ambos estados a poner freno a la sobreprodución. Desde los mínimo hace un año el Brent sube un 87,6%.