Kraft lanza una oferta por Unilever por 143.000 millones
Unilever rechaza la primera aproximación de Kraft Heinz
Warren Buffett y el fondo de capital riesgo 3G quieren echar el resto para crear un gigante de la alimentación en todo el mundo. Los máximos accionistas de Kraft Heinz, anunciaron el viernes una oferta de 143.000 millones de dólares (134.000 millones de euros), por Unilever, en la que sería la mayor operación de la historia en el sector, creando el segundo grupo de alimentación y bebidas del mundo por facturación, por detrás de Nestlè.
La oferta fue, sin embargo, rechazada por Unilever. La empresa angloholandesa, que se apuntó el viernes una subida del 13,43% en Bolsa, aseguró que la propuesta “infravalora” a la compañía. Kraft Heinz valoró la acción de la empresa en 50 dólares, lo que supone una prima del 18% respecto al cierre del jueves. El grupo controlado por Buffet y 3G pagaría dos tercios en efectivo y el resto en nuevas acciones de la compañía.
Unilever añadió que no veía base para nuevas negociaciones, aunque Kraft Heinz dejó clara su intención de buscar un acuerdo en las condiciones de la operación. De lograr convencer al consejo de Unilever, la empresa reforzaría su portafolio de marcas. A enseñas como Oscar Mayer, Orlando o Philadelphia se unirían Axe, Rexona, Tulipán, Frigo, Dove o Knorr.
Kraft Heinz, que subía ayer un 7,6% tras conocerse la oferta, ya surgió de una fusión, cerrada hace dos años y valorada en 55.000 millones de dólares. Actualmente tiene una capitalización bursátil de 107.000 millones de euros, inferior a la de Unilever, que tiene un valor de 131.000 millones de euros.
En el sector ya se conocía el interés por parte del fondo 3G de llevar a cabo nuevas compras de empresas de alimentación, con el fin de lograr mayores oportunidades de crecimiento. En concreto, se había señalado que Mondelez, General Mills o Kellog’s eran algunas de las empresas que interesaban al inversor brasileño, a su vez propietario de Restaurant Brands International, dueña de Burger King.
Pese a que la oferta ya supone la mayor operación de la historia en el sector, superando incluso a la fusión de las cerveceras ABInBev y SABMiller, los analistas coincidieron con Unilever al señalar que el valor ofrecido es todavía “muy bajo”. Chis Hugues, de Bloomberg, aseguró que la vía para lograr la aceptación por parte de la compañía angloholandesa pasa, además de por mejorar la cuantía, por aumentar todavía más la oferta del efectivo sobre la de acciones. En caso de producirse, el analista señaló que Unilever solo podría rechazarla y permanecer como un grupo independiente con un plan concreto para crecer y generar valor al accionista. Una idea compartida por los analistas de Citi
Kraft Foods tiene un portafolio centrado en la alimentación. La operación con Unilever le haría entrar también en el negocio de bienes de consumo, con productos como desodorantes o detergentes, que suponen el 60% del balance la empresa que desea adquirir. Unilever facturó el pasado año 52.700 millones de euros, con una caída del 1% debido a los tipos de cambio. Los analistas señalaron que el principal riesgo para la compañía es que su crecimiento está basado en países emergentes, lo que deja su balance expuesto a las divisas
La fusión podría chocar con Competencia
El sector de la alimentación afronta un periodo de consolidación, según los analistas, para buscar vías que permitan hacer frente a un crecimiento de la economía mundial débil y una creciente presión sobre los precios y los ya estrechos márgenes de este negocio.
Kraft Heinz intentaría así evitar repetir el resultado del último trimestre de 2016, cuando sus ventas cayeron un 3,2%. Mayor todavía fue la caída del negocio en Europa, con un 13% menos que en el mismo periodo de 2015.
Además, para llevar a cabo la operación contaría con la ventaja de la creciente fuerza del dólar frente a la libra por la caída de la moneda británica desde el triunfo del brexit en el referéndum del 26 de junio del año pasado. Por este hecho, Reuters señalaba que la oferta llega para Unilever en un momento de debilidad, al igual que otras firmas británicas.
Sin embargo, la operación podría encontrarse, según los expertos, con un fuerte escrutinio por parte de las autoridades de la competencia en distintos mercados. A ello se sumaría una cierta batalla política puesto que una fusión podría desembocar en una pérdida de puestos de trabajo, especialmente en EE UU, según Naeem Aslam, analista de Think Markets. “El gobierno británico podría intentar bloquear el acuerdo y podría abrir una disputa a niver gubernamental con EE UU, poco después de establecer una nueva conexión entre Donald Trump y Theresa May”, aseguró el experto.
En este sentido, Raphael Moreau, de Euromonitor, apuntó que una manera plausible de lograr un acuerdo sin la presión de Competencia sería que Unilever vendiera algunas de sus marcas de alimentación a Kraft Heinz.