El Gobierno saca la bandera blanca en el conflicto de la estiba
Ofrece retrasar una semana la aprobación del decreto ley a cambio de la desconvocatoria de la huelga
El Ministerio de Fomento ha rebajado varios grados su posición de fuerza y ofrece a los sindicatos de la estiba aplazar una semana la aprobación de la reforma del sector a cambio de que quede aparcado, aunque sea por el momento, el conflicto laboral. El Real Decreto Ley que liberaliza la manipulación de carga en los puertos iría al Consejo de Ministros del 24 de febrero, y no este viernes, si los representantes de los trabajadores retiran las huelgas fijadas para el 20, 22 y 24 de este mes.
Además, el sindicato mayoritario Coordinadora debe sentarse en la mesa de negociación con la patronal Anesco en busca de una plataforma común que acabe con el monopolio de facto de las sociedades anónimas de gestión de estibadores portuarios (Sagep). En la actualidad, las empresas de la estiba están obligadas a participar en el capital de las Sagep y a contratar su personal, un modelo regulado por la Ley de Puertos de 2010 que choca, según la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia de la UE, con el principio de libertad de establecimiento empresarial consagrado por el Tratado de la Unión.
Con este gesto, sostienen desde el Departamento que dirige Íñigo de la Serna, se pretende "favorecer el diálogo”. Fomento ve “imprescindible” que dicha negociación se desarrolle en un “clima de normalidad", lo que pasaría por la desconvocatoria de las huelgas, y ofrece la mediación del Ministerio de Empleo en los hipotéticos nuevos contactos.
"Los aspectos planteados hasta ahora por los sindicatos no tienen cabida en el Real Decreto Ley, porque la Comisión Europea no lo permite", insiste Fomento
Pese a este paso, el Gobierno mantiene sus líneas rojas y advierte que "los aspectos planteados hasta ahora por los sindicatos no tienen cabida en el Real Decreto Ley, porque la Comisión Europea no lo permite, pero sí podrían abordarse por la vía de la negociación colectiva".
Coordinadora y el resto de sindicatos de la estiba venían negociando desde hace meses un acuerdo para reformar el marco laboral con la citada Anesco. Con el pacto cercano, Fomento entró de lleno con un texto que cercenaba distintas aspiraciones de los trabajadores.
El principal punto de discordia es la negativa ministerial a que sea creado un registro de trabajadores de la estiba en el que se fijen los requisitos de formación teórica y práctica para poder acceder a un puesto de trabajo en esta actividad. De la Serna y su equipo aseguran que el impedimento viene desde la Comisión Europea, y los sindicatos creen que España tiene margen para negociar con Bruselas y establecer un marco de la estiba similar al recién aprobado en Bélgica.