El Banco de España elige cuatro firmas para hacer los test de estrés al Fondo de Garantía de Depósitos
El supervisor preselecciona a Álvarez & Marsal, Deloitte, Oliver Wyman y Pwc
La salud del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), una suerte de hucha alimentada por la banca para garantizar el dinero de los ahorradores en caso de problemas en alguna entidad, será puesta a prueba, preventivamente, en los próximos meses.
A respuesta de los requerimientos del supervisor europeo, el Banco de España sigue avanzando en la preparación de unos test de estrés que periódicamente analicen la capacidad de pagos del fondo, que debe cubrir hasta 100.000 euros en depósitos por cada cliente.
A tal fin, la institución que preside Luis María Linde acaba de preseleccionar a cuatro firmas de consultoría de las que terminará eligiendo a una que lleve a cabo las pruebas de resistencia correspondientes.
Las firmas, seleccionadas ayer por la mesa de contratación del Banco de España, son Álvarez & Marsal, Deloitte, Oliver Wyman y Pwc. Estas son las cuatro firmas que han obtenido mayor puntuación en el proceso de licitación abierto previamente.
A partir de aquí, el Banco de España aportará documentación adicional a las sociedades sobre la labor que se espera de ellas a fin de que participen en una nueva fase del procedimiento en el que presenten su oferta de emolumentos a fin de que el supervisor termine seleccionando a una de ellas.
Con independencia de la solvencia que arrojen los test de estrés que comiencen a celebrarse una vez que se seleccione a la compañía encargada de la labor, lo cierto es que el Fondo de Garantía de Depósitos ya ha sido puesto a prueba en los últimos años.
Además de ser la vía mediante la que la banca ha apoyado el proceso de reestructuración del sector financiero, los fondos han sido utilizados para compensar a los clientes que quedaron atrapados en Banco Madrid, que el juez ordenó liquidar tras la fuga de clientes que desató el escándalo de blanqueo de capitales de su matriz, BPA.
El Fondo de Garantía de depósitos, que aúna ya en un ente los antiguos fondos de bancos, cajas y cooperativas de créditos lo alimentan las entidades financieras anualmente. Aunque antes aportaban un porcentaje fijo de los depósitos captados, el nuevo modelo implica un cálculo individual bajo criterios de capital, liquidez y financiación, calidad de los activos, modelo de negocio y modelo de gestión, y pérdidas potenciales.