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Consejero delegado de Volvo Group España

De Creisquer: “Un chófer de camión es como un piloto de Fórmula 1”

Dirige la filial española de la firma de vehículos sueca, que en 2016 vendió un 14% más

Pablo Monge
Paz Álvarez

Toda su carrera profesional ha estado centrada en el sector del camión, que define como apasionante y al que no se le ha sacado demasiado partido, en cuanto a su atractivo como generador económico. Stéphane de Creisquer, nacido en París hace 53 años, reside en España desde hace casi dos décadas, donde dirige la filial del grupo sueco Volvo, compañía en la que se ha labrado su currículo, ocupando distintos cargos en el área financiera en Francia y Reino Unido.

Pregunta. ¿Por qué le parece apasionante el sector del camión?

"España es la huerta de Europa"

Asegura que en el sector de la construcción, de momento, no se ven signos de recuperación. “El mayor tráfico lo tenemos en otra área, ya que España es la huerta de Europa, somos el frigorífico de todo Levante, gracias a la producción de los invernaderos, explica Stéphane de Creisquer, quien también alaba la profesionalización de los transportistas. Yasegura que, en la actualidad, la flota internacional de camiones de España es la número dos de Europa, por detrás de Polonia, superando a Francia y Alemania”.

 

Dirige una plantilla en España de 630 empleados, dentro de una red de distribución de 4.000 profesionales. Y si algo destaca de la cultura que impregna a Volvo es su carácter “cercano, sin jerarquía, con respeto por las personas y las oportunidades de hacer carrera a aquellos que no somos suecos”. En el grupo hay un lema:o te vas antes de dos años o te quedas toda la vida.

Respuesta. Porque realmente lo es, aunque no lo hemos sabido comunicar. Tenemos mucho potencial para mejorar. Me apasiona porque es un sector macroeconómico importante. El transporte terrestre supone el 2,3% del PIB, de la riqueza nacional en España. Por otro lado, emplea a más de medio millón de personas y hay más de 100.000 empresas dedicadas al transporte en este país. Trabajamos además en just in time, lo que genera que si hay una ruptura en la cadena de suministro y en tres días falta mercancía, ocurre que en siete días pasaremos hambre porque no habría alimentos. Por eso tenemos que mejorar nuestra comunicación, porque estas cosas no se saben. Tenemos que valorar más la necesidad de transmitir a la sociedad la importancia que tenemos. Una huelga de camiones es lo que más asusta a un Gobierno, porque si el suministro no llega al cliente, se para la sociedad.

P. ¿No se sienten reconocidos?

R. Por ejemplo, la mayoría del presupuesto del Ministerio de Fomento va dirigido a otros medios de transporte, como el AVE. El vehículo industrial es el hermano pobre y debería recibir una mayor atención. En primer lugar, se necesita mantener las infraestructuras de las carreteras, tres de cada cuatro tienen baches; se debería colaborar para renovar la flota de camiones, con el fin de quitar del mercado a los camiones con la tecnología anterior a la actual, como es el Euro6, que contamina cien veces menos que el de hace 25 años.

P. ¿Qué valores destaca del sector?

R. El negocio del transporte por carretera hace un gran esfuerzo en cuanto a la formación de sus empleados. El chófer de un camión es un conductor de Fórmula 1. En primer lugar, tiene que sacar rendimiento al vehículo, pero además controlar la seguridad vial y a la vez comportarse como un milenial.

P. ¿Qué significa esto?

R. Al igual que hacen los jóvenes, un chófer tiene que optimizar el uso de toda la información y conectividad que hemos incluido en las máquinas. Para conducir un camión no sirve cualquiera, tiene que formarse. Además, el empresario del transporte es también un gestor, ya que muchos cuentan con plantillas de entre 30 y 3.000 empleados. Por ejemplo, en el grupo Volvo, desde nuestro nacimiento en 1927, nos hemos preocupado por la seguridad vial, tanto dentro como fuera del vehículo. Esperamos, tenemos ese sueño, que llegue un día en que no haya ni un incidente con un vehículo del grupo.

P. La crisis les tocó de lleno arrastrados por las dificultades de otros sectores, ¿cómo la afrontaron?

R. Nos tocó en el verano de 2007 de una manera violenta y bestial. El número de matriculaciones descendió un 75%, el sector perdió tres cuartas partes de sus ventas. Además, la crisis surge por una crisis financiera, y a los que vendemos vehículos de producción nos afectó porque no había financiación disponible. Nosotros ayudamos al transportista con nuestra propia financiera, en una manera de colaborar con el sector. Los clientes que no encontraban financiación en la banca venían a nosotros.

P. Usted había labrado su carrera en otras culturas; ¿le costó adaptarse a la forma de trabajar española?

R. Cuando llegué, en 1998, no sabía español, y en este tiempo me he dedicado a descubrir este país. Me gusta el carácter español, abierto y accesible, pero me costó adaptarme a la forma de trabajar en España. Cuando vine existía la creencia de que cuantas más horas pasaras en la oficina era mucho mejor. No había una estructura organizada, las reuniones no tenían orden del día, no había una actitud de escucha activa. En este tiempo, España ha hecho camino para acercarse a las mejores prácticas empleadoras de Europa.

P. ¿Qué tipo de liderazgo ejerce?

R. Soy reflexivo, planifico mucho, exigente con los resultados, aunque dejo autonomía porque creo en el equipo.

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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