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Tribuna
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Trump tiene difícil ganar a la robótica

Si Trump empuja a las empresas a establecer más producción en EE UU, ganarán los especializados en automatización

Donald Trump quiere que las empresas lleven puestos de trabajo manufactureros de vuelta a EE UU. La robótica, y no los empleos, serán los ganadores.

El presidente Trump argumenta que muchos trabajadores estadounidenses han perdido su puesto de trabajo en favor de los de otros países a medida que las empresas han deslocalizado las funciones manufactureras. Las compañías estadounidenses necesitan traer de vuelta esos empleos y, al hacerlo, restaurar su grandeza industrial. El diagnóstico no está totalmente equivocado: hay menos compañías que, por ejemplo, fabriquen coches que antes de esta situación. Pero es una tesis demasiado simple.

Las empresas estadounidenses simplemente están intentando asignar el capital de forma efectiva cuando fabrican bienes fuera de EE UU. A nivel de compañías, tiene sentido fabricar sus productos en un país en el que los salarios son competitivos, los estándares son altos y que tiene acuerdos comerciales. Los salarios son más bajos en México que en EE UU y el país tiene unos estándares de producción decentes y acuerdos comerciales con EE UU.

El debate suele simplificarse a la cuestión de los salarios. Pero las compañías deciden situar sus recursos en países por una lista completa de razones. Por ejemplo, BMW tiene el lema La producción sigue al mercado. La firma evita aranceles a la importación al desarrollar un mercado para sus coches a través de la fabricación de los automóviles en ese mercado. Como resultado, tiene fábricas en Sudáfrica, Tailandia, Reino Unido y EE UU. El establecimiento de una planta en Carolina del Sur en 1994 les permitió aumentar las ventas de 50.000 a 260.000 coches, convirtiendo a EE UU en el mercado nacional más grande de la compañía. La razón por la que BMW abre fábricas donde lo hace es la asignación eficiente de capital. Si se viera forzada a trasladar sus instalaciones de vuelta a Alemania, esto tendría un impacto en toda la estrategia de la compañía, no solo en su partida de salarios.

"Las compañías que se restablezcan en EE UU no solo se replantearán sus actividades manufactureras, sino que buscarán cómo reducir costes a través de todo el negocio"

Si el presidente Trump realmente empuja a las empresas a establecer más producción en EE UU, entonces, quienes están especializados en robótica y automatización probablemente resultarán ganadores. Las compañías no contratarán a más estadounidenses. Replantearán sus estrategias y algunas se fijarán en la automatización como vía para evitar los altos costes de contratar a trabajadores estadounidenses.

El Boston Consulting Group considera que la parte de trabajo realizado por robots aumentará del 10% al 25% en 2025. Amazon tiene una división entera dedicada a la robótica. La adquisición de la firma de robótica Kiva en 2012 dice mucho más sobre qué sucede en los grandes almacenes de Amazon que están siendo automatizados. Hace tres años, la Oficina de Estadísticas Laborales publicó una estimación de los trabajos que sufrirán las mayores caídas y crecimiento entre 2014 y 2024.

Las compañías que se restablezcan en EE UU no solo se replantearán sus actividades manufactureras. Buscarán cómo reducir costes a través de todo el negocio. Esto podría significar automatizar otras áreas, desde la plantilla a la distribución. Especialmente, porque países como EE UU están fomentando activamente la tecnología que hace esto posible. Las compañías estadounidenses están desarrollando vehículos sin conductor y las autoridades están apoyando estos desarrollos al dar seguridad y asesoramiento regulatorio. Hay mucha menos certeza en los mercados en desarrollo sobre cómo evolucionarán estas tecnologías. Por lo tanto, ver el atractivo de estos coches resulta más fácil para un fabricante de Milwaukee que para uno de México. Aquí es donde reside la oportunidad para EE UU. No se pueden traer de vuelta los puestos de trabajo que se han ido. Hacerlo crearía una nueva especie de compañías zombie que funcionarían, pero con márgenes muy reducidos. Sin embargo, EE UU puede seguir liderando a nivel global el desarrollo de la automatización y la tecnología robótica que todas las compañías están tratando de abrazar. Cuando Amazon compró Kiva, inmediatamente obtuvo una ventaja competitiva porque adquirió a la compañía líder en robótica.

La gran pregunta es si esta nueva tecnología puede crear la cantidad de puestos de trabajo directa e indirectamente para reemplazar aquellos que se pierden por el avance tecnológico. Nadie conoce la respuesta. Pero lo que está claro es que si EE UU se va a seguir beneficiando de este boom tecnológico, necesita centrarse en la asignación eficiente de trabajadores y capital en industrias de alta tecnología.

Paul Diggle es economista sénior en Aberdeen Asset Management.

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