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¿Todavia tienen dudas de lo que va a hacer Trump?

La FED finalizó su reunión de ayer, la primera con Donald Trump en la Casa Blanca, manteniendo los tipos de interés en el rango 0,50-0,75% (lo que se esperaba) pero sin ofrecer ningún indicio claro acerca de sus planes de "normalización" o "ajuste monetario" de los tipos de interés. La única mención al cambio de inquilino en la Casa Blanca en el comunicado es una escueto “los indicadores de confianza de los consumidores y las empresas han mejorado últimamente”.

Tal y como se esperaba, la decisión de mantener estables los tipos de interés fue unánime, con los diez votos a favor de todo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). El comunicado final de la reunión de dos días no registra alteraciones respecto al planteado en diciembre pasado, y reitera que la economía continúa con “su ritmo de expansión moderado” y una “sólida” creación de empleo.

En contra de ello tiene el reciente dato de PIB del último trimestre del año en el que se vio una leve ralentización económica (ritmo de crecimiento anual estimado del 1,9 % desde el 3,5% del trimestre anterior). La FED cuenta con un doble mandato de promoción del pleno empleo y estabilidad de precios. La tasa de paro, mañana conoceremos el resultado para enero, se encuentra actualmente en el 4,7 % y la inflación se situó en diciembre en el 1,6% interanual.

El FOMC señaló que la inflación “repuntó en los últimos trimestres, pero aún están por debajo del objetivo del 2 % anual”. Lo más cercano a la evolución futura de los tipos de interés, verdadero interés de la reunión del ayer, fue el mantenimiento de las previsiones de un ajuste “gradual” de los tipos de interés a lo largo de 2017, año para el que sus miembros pronostican al menos tres rondas de ajuste monetario después de la subida de diciembre pasado. En las proyecciones económicas de futuro importa mucho la promesa del actual presidente de un agresivo plan de estímulo fiscal consistente en un recorte de impuestos y un aumento del gasto en infraestructuras y defensa.

La institución monetaria parece querer esperar a que se concrete este programa. Al igual que a los analistas, políticos y el mercados, la victoria de Trump en noviembre ha podido alterar significativamente los planes de la FED para el 2017. Pero a "estas alturas de la película" y dada la fuerte movilización de recursos que ha desplegado hasta ahora el nuevo mandatario, no debería haber ninguna duda sobre sus pretensiones económicas, los instrumentos y las políticas a poner en marcha, ni el alcance de las mismas.

Todo apunta a que seguimos en la misma retórica del 2016: mantener la perspectiva de "agresividad", reducirla cuando se ha amenazado con actuar y luego esperar. La novedad este año puede ser que posiblemente Yellen ya esta entretenida consultado la sección de anuncios de empleo en los periódicos.

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