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Telecomunicaciones

La UE elimina el último obstáculo para acabar con el ‘roaming’

Bruselas pacta el precio de la transmisión de datos en itinerancia

Una mujer habla por teléfono frente a la Puerta de Brandemburgo, en Berlín.
Una mujer habla por teléfono frente a la Puerta de Brandemburgo, en Berlín.

La UE ha pactado una drástica reducción de los precios que cargan las teleoperadoras por el uso de la red de datos a terminales que funcionan en el extranjero, eliminando así uno de los últimos obstáculos para terminar con el roaming, el cobro extra a los clientes que salen de su país. Los datos eran la última pieza del puzzle, y una de las más relevantes dado el creciente uso de estos servicios, para que, como se pactó en su día, el 15 de junio de este año se eliminen los gastos de itinerancia.

De este modo, el precio que una operadora cobra a otra extranjera por los datos estará fijado en 7,7 euros por cada gigabyte a partir de 2017, y bajará de forma paulatina hasta los 2,5 euros por gigabyte en 2022. El cobro por llamadas será de cinco céntimos de euro por minuto (bajando a 3,2 en 2017) y el mensaje de texto será de dos céntimos desde junio, bajando posteriormente a uno.

La UE lleva una década negociando este acuerdo, y los Estados pactaron en junio acabar con los cargos por itinerancia para algunos consumidores, si bien posteriormente han tenido que lidiar con la cuestión de quién paga la factura en un mercado fragmentado tanto en precio como en patrones de consumo.

En septiembre, Bruselas modificó su propuesta inicial sobre la itinerancia, imlantando la gratuidad total (por un plazo sin concretar) para clientes que residan en el país donde se ha adquirido la tarjeta SIM del móvil y se desplacen al extranjero de vacaciones o de manera ocasional. La supresión del roaming también beneficiará a las personas que pasen largos períodos fuera del país donde compraron la tarjeta siempre que puedan demostrar “un estrecho vínculo” con ese Estado.

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