Los inversores, pendientes de Trump: ¿Cómo han reaccionado las Bolsas?
Los inversores ansían las reformas del próximo presidente
Dos meses y medio después de su triunfo en las elecciones del 8 de noviembre, hoy Donald Trump jurará su cargo como presidente número 45 de EE UU. Su victoria en los comicios y el mensaje tranquilizador lanzado horas después de imponerse a Hillary Clinton en la carrera a la Casa Blanca han servido de impulsos a las Bolsas mundiales. Los tres índices de referencia de Wall Street se anotaron ascensos inferiores al 0,5% el día de la toma de posesión.
Los inversores se aferraron a las promesas electorales del candidato republicano. El plan de infraestructuras y la expansión fiscal se convirtieron en los pilares del rally que experimentó la renta variable en la recta final de 2016 y primera semana de 2017. Sin embargo, en la últimas jornadas el mercado ha empezado a mostrar signos de debilidad y sobrecompra. A ello ha contribuido la falta de concreción del magnate estadounidense, que en la primera rueda de prensa celebrada el 11 de enero se limitó a hablar de conflictos personales, amenazas a China y México y de señalar con el dedo al sector farmacéutico y automovilístico, a los que insta a localizar los centros de producción en EE UU si quieren evitar las multas.
Los inversores confiaban en que avanzara alguna de las medidas en materia económica para continuar con las compras en Bolsa, y en su lugar se encontraron la dialéctica que mantuvo en la campaña presidencial. Día a día aumentan las voces que creen que el partido republicano, con el control de ambas cámaras, limitará el poder de Trump y muchas de sus promesas podrían quedar en papel mojado.
El todavía presidente electo llega al despacho oval con las Bolsas de EE UU próximas a sus máximos históricos. A pesar de la corrección de la última semana, el Dow Jones acumula una revalorización superior al 7,5% desde la celebración de los comicios. El índice de industriales ha marcado varios hitos en los últimos meses, entre ellos la conquista de los 19.000 puntos y en la primera semana de enero se quedó a cinco puntos de los 20.000, una barrera, que como señalan muchos analistas, es más un nivel psicológico. El S&P500 y el tecnológico Nasdaq le siguen los pasos con ascensos del 6% y 7%, respectivamente.
Como si de un efecto dominó se tratara, las ganancias han tenido su réplica en el Viejo Continente. Desde principios de noviembre el Ibex avanza un 5%; el Dax, un 10,6%,; el Cac francés, un 8%; el FTSE británico, un 5,3%; el Euro Stoxx, un 8,8% y el Mib italiano, un 16%
Pero no solo las Bolsas han notado la victoria de Trump. El mercado de deuda estadounidense y europeo dieron la bienvenida al magnate con repuntes de las rentabilidades.Una vez se conoció el triunfo del candidato republicano, los inversores traspasaron su dinero de la renta fija a la Bolsa. Las expectativas de subida de tipos a largo plazo se vieron reforzadas con el alza de los tipos en EE UU, la segunda que acomete la Reserva Federal desde que en 2014 comenzara con el proceso de normalización monetaria. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se sitúa en el 2,47% frente al 1,85% del día de las elecciones. Y como en el caso de la Bolsa, estos ascensos se han trasladado al mercado secundario de deuda europeo. A pesar todo ello de que el BCE continúa con su política monetaria acomodaticia. El bund alemán repunta del 0,188% al 0,38%, y se acerca a niveles de principios de 2016. Por su parte, el bono español a diez años cerró ayer en el 1,47%, aunque a comienzos de diciembre llegó a escalar al 1,6%, máximos del brexit.
El mercado de divisas no queda al margen de los efectos del ascenso de Trump. La subida de tipos unida a la esperanza de un mayor crecimiento han derivado en una revalorización del dólar del 4,8%, hasta los 0,94 euros. No obstante, este ascenso ha llegado a sobrepasar el 7% a finales del pasado ejercicio, subida que impulsó al billete verde a niveles de 2003 en su cambio con la moneda única.