Ryanair come el terreno a Lufthansa
La aerolínea irlandesa competirá este año en la cuna de su rival, Alemania
Ryanair solía ser pequeño y ágil. Ahora es gigantesca, y ágil, para disgusto de sus viejos rivales. La aerolínea reemplazó en 2016 a Lufthansa como la más grande de Europa por número de pasajeros: 117 millones, frente a los 110 millones de su rival. El tamaño hace sentirse importantes a los directivos, pero conlleva complejidad, y un apetito excesivo por crecer a menudo reduce la rentabilidad. Ryanair no ha caído en esa trampa. Su margen operativo promedio desde 2012 supera el 16%, cuatro veces más que Lufthansa. En los próximos tres años, la estimación de consenso es que el margen operativo de la irlandesa se mantenga por encima del 23%. Eso se refleja en que cotiza en 12,6x los ingresos de los próximos 12 meses, en comparación con las 5,4x de la alemana. Su valor empresarial es más del doble.
La compañía de Dublín volará por primera vez al principal aeropuerto de Fráncfort
Ryanair ha empezado últimamente a competir con el plan de vuelo de las aerolíneas tradicionales. Para el pasajero, la brecha se ha reducido desde que ofrece asientos preasignados y vuelos a los principales aeropuertos. Y Lufthansa se esfuerza en copiar la estructura de costes de Ryanair, la más eficiente de Europa, según el banco Berenberg. La juventud de su flota implica bajos costes de mantenimiento. La contratación de muchos pilotos está externalizada, para vergüenza de los sindicatos, pero ayuda a mantener bajos los costes laborales.
Lufthansa ha creado su propia división de bajo coste, Eurowings, pero aunque opera a un coste menor que su matriz, la brecha con Ryanair sigue siendo grande. Eso deja a la compañía alemana expuesta a la agresiva expansión de su rival, que quiere triplicar su cuota de mercado en Alemania, hasta en torno al 20%, en 2020. Este año, volará por primera vez al principal aeropuerto de Fráncfort, que supone más del 60% del beneficio operativo del negocio de pasajeros de Lufthansa.
Su CEO Carsten Spohr está a punto de descubrir que el cielo está demasiado lleno de gente como para estar a gusto.